Los checos se cansan de los escándalos del Gobierno
Mientras se resuelve la enésima crisis de Gobierno en menos de dos años de mandato, el único resultado claro por el momento es el cansancio de la ciudadanía. Las tensiones aumentan constantemente dentro de la coalición al igual que la pérdida de confianza del electorado en el tripartito.
Por la mañana, el vicepresidente de esa última formación, Tomáš Jarolím, dimitió de sus funciones. La semana pasada había prometido hacerlo en caso de que sus compañeros no abandonaran por sí solos el Gobierno, denunciando a los otros dos partidos de no cumplir sus promesas y actuar en contra de Asuntos Públicos. Daba así pie a la crisis que puede tumbar definitivamente al Gobierno.
Además, esta misma semana se ha reanudado el juicio por corrupción contra Vít Bárta, presidente del grupo parlamentario de Asuntos Públicos. Las grabaciones con diputados tránsfugas que hablan de sobornos y corrupción dentro de esa formación aparecen sin cesar, y la paciencia se agota tanto en la gente como dentro del mismo Gabinete, como ilustran las declaraciones del ministro de Finanzas, y vicepresidente de TOP 09, Miroslav Kalousek.
“Si quieren comportarse de esta manera, que cojan sus grabaciones, sus escándalos, a su Kristýna Kočí, Škárka, Jarolím y no sé cuántos más de ellos y se vayan a donde les plazca”.Más o menos de esa opinión son ya más de la mitad de los checos. Según un sondeo realizado para la televisión estatal por la agencia STEM, el 55% de la ciudadanía ve la convocatoria de elecciones anticipadas como la mejor solución a la crisis.
Aunque hay que recordar que el descontento popular no es algo propiciado solo por los escándalos en Asuntos Públicos. En total han sido siete los ministros que han dimitido desde el nombramiento del Gabinete, algo que ha afectado a los tres partidos, y una buena parte de ellos envueltos en escándalos de corrupción.
Las grabaciones incómodas tampoco han sido exclusivas de un solo partido. Recientemente se filtraban a la prensa unas de los servicios secretos del Estado que supuestamente demostraban la influencia de un empresario sobre el ex alcalde mayor de Praga, Pavel Bém, cuando este estaba en el cargo, desatando toda clase de suposiciones acerca del clientelismo de la política checa.
Un 45% de los encuestados preferirían las elecciones anticipadas en otoño, coincidiendo con las regionales y las del Senado. Solo dos puntos menos las querrían cuanto antes mejor, esto es, en junio. Esa sería la fecha también propuesta por el primer ministro Petr Nečas en caso de que para el próximo martes 10 de abril no haya un nuevo acuerdo dentro de la coalición.