Discapacitados leves pierden sus trabajos por culpa de nueva ley

La nueva ley que elimina la categoría más leve de invalidez está provocando que este numeroso colectivo pierda sus puestos de trabajo a gran velocidad, ya que los empleadores no gozan ya de las ventajas fiscales que obtenían.

En la República Checa viven unos 40.000 ciudadanos con discapacidades físicas leves diversas, que van desde secuelas de operaciones o accidentes, a epilépticos o personas que pasaron por alguna enfermedad de tipo canceroso.

Hasta el año pasado estaban reconocidas en una categoría conocida como ‘desfavorecidos’, que les protegía a nivel laboral. Algo que el Gobierno de Petr Nečas canceló y que está provocando que se queden sin trabajo, como explica Hana Potměšilová, de la Fundación de Apoyo a los Discapacitados.

“Son por ejemplo personas con leves retrasos mentales, gente con problemas psiquiátricos o con esclerosis múltiple estabilizada. Esta primavera nosotros tenemos una gran cantidad de estas personas que están enfermas, pero que se quedaron sin trabajo porque han dejado de ser interesantes para el mercado laboral”.

Hana Potměšilová
Las empresas tienen la obligación de tener en su plantilla un 4% de discapacitados. Con la nueva ley, estas personas con problemas pasan a ser considerados totalmente sanos y no valen para cubrir ese cupo y además tienen que competir en inferioridad de condiciones con trabajadores sin ningún impedimento.

Los afectados tenían de plazo hasta finales del año pasado para pedir una prórroga de su estatus de ‘desfavorecido’, antes de que esa categoría desaparezca definitivamente en 2015, pero lo cierto es que muchos de ellos no alcanzaron a hacerlo.

Desde el Ministerio de Trabajo se aconseja a estas personas que vuelvan a pasar por exámenes médicos para ver si pueden ser incluidos en alguna de las categorías aún en vigor de discapacitados, explica Štefan Duháň, encargado del departamento de política laboral del Ministerio.

Štefan Duháň
“Serán incluidos en, seguramente, la categoría más leve de las actuales de invalidez. De lo contrario, será tratado como una persona sana, aunque seamos conscientes de que tiene algún impedimento, pero eso lo tenemos todos”.

La nueva ley no solo afecta a los individuos, sino también a los talleres protegidos, donde son empleados discapacitados. Si dan trabajo a los que ahora son considerados como sanos, no reciben su dotación del Gobierno.