Jana Vébrová: “El acordeón te obliga a darlo todo”

Jana Vébrová, foto: Archivo de Jana Vébrová

Jana Vébrová, una de las cantautoras más destacadas del escenario musical checo, debutó en 2007 con el disco titulado ‘Quiquirí’ (‘Kykyrý’), que recibió muy buenas críticas por parte de expertos musicales del país. En el presente programa les ofreceremos varias canciones de dicho álbum de la acordeonista que actuará el próximo jueves en el EBU Folk Festival de Segovia, España.

Jana Vébrová,  foto: Archivo de Jana Vébrová
El tema ‘Quiquirí’, que abre el álbum del mismo nombre de Jana Vébrová, es una de las piezas más contundentes de la acordeonista que lleva actuando en los escenarios musicales durante unos siete años ofreciendo al público su chanson expresiva, como define su obra en entrevista con Radio Praga.

“Califico mi música lacónicamente como chanson expresiva. Lo importante para mí es actuar de manera natural. Intento evitar una expresión exagerada y fingir emociones artificiales ante el público. Mi música es expresiva, a veces líricamente silenciosa, a veces volcánica y cruda”.

Jana Vébrová,  foto: Ondřej Lipár,  Creative Commons 2.0
Jana Vébrová es cantante y multiinstrumentista que domina la guitarra, la flauta y el piano. Hace unos ocho años comenzó a tocar el acordeón como autodidacta. Este instrumento la obligó a cambiar su manera de cantar, según dice.

“Al tocar el acordeón descubrí un nuevo modo de cantar. Hasta entonces cantaba de manera normal, digamos. Pero como el acordeón es un instrumento tan fuerte, pues uno tiene que equilibrar esa fuerza cantando de otra forma, más enérgica. En fin, el acordeón te obliga a darlo todo y cantar con todo el personaje”.

Ivan Acher,  foto: Amplión
El que quiera cantar y tocar el acordeón, tiene que estar en buenas condiciones físicas, agrega Jana Vébrová.

“El acordeón pesa unos 10 kilos. Cantar con tal peso en el cuerpo es casi un deporte que hace sufrir más a las cuerdas vocales. Tomo cada concierto como un ejercicio espiritual y físico a la vez. Pero me hace mucha ilusión. Para mí es un reto”.

El álbum ‘Quiquirí’, de Jana Vébrová, incluye tanto canciones de la acordeonista como de su marido Ivan Acher. La pareja mantiene una colaboración ideal, según sostiene la cantante.

Jana Vébrová,  foto: Roman Casado
“A mí me cae muy bien esa colaboración. Ivan es muy sensible y tiene un gran talento. Suelo decir que es un genio, ya que sabe escribir hermosas letras y melodías tanto para mí, como para piezas teatrales. Yo me he identificado con sus canciones de manera fantástica. Se lo agradezco, ya que enriqueció mucho mi repertorio. Yo jamás sería capaz de componer canciones parecidas”.

Ambos músicos proceden de los Sudetes, zona fronteriza checo-alemana, cargada históricamente de mucho rencor entre ambas naciones. Ese es el tema de la canción ‘Kchómhía’.

“La letra de esta canción incluye varias imágenes surrealistas, oníricas, pero también algunas cosas concretas que mi esposo vivió en carne propia durante su infancia y adolescencia. Los alemanes suelen ir a tomar cerveza barata a esa región y los checos se burlan de ellos. Pero no es nada malicioso. En fin, los alemanes gastan allí un montón de dinero. Pero así es la realidad de la convivencia entre los checos y alemanes”.

Jana Vébrová,  foto: Archivo de Jana Vébrová
Los alemanes ocuparon los Sudetes antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y fueron expulsados violentamente por los checos una vez terminado el conflicto bélico. Pero hoy día las viejas injusticias están cayendo en el olvido.

“Yo nací después de la Revolución de Terciopelo y crecí en una hermosa época de la libertad y los antiguos conflictos quedan superados. Podemos hacer lo que nos dé la gana. Las fronteras ya no existen. Pero mi marido creció bajo el régimen comunista que no perdonaba si alguien sobresalía del tumulto. Así lo educaron sus padres y eso quedó reflejado en la canción”, dice Jana Vébrová.

La acordeonista generalmente actúa en solitario. Pero algunas piezas del disco ‘Quiquirí’ fueron grabadas con arreglos con percusiones y otros instrumentos, según explica.

“Los arreglos surgieron en el estudio. Si colocas las canciones una tras otra, te das cuenta de que unos 50 minutos de canciones protagonizados sólo por canto y acordeón resultan casi indigestibles. Así que están bien que los arreglos animaran la grabación, pero me conviene dar conciertos en solitario. Así no tengo que discutir con nadie y es más fácil crear una atmósfera que quiera. Al tocar sola, no me siento limitada”.

Jana Vébrová,  foto: Roman Casado
Jana Vébrová tiene dos hijas, de cuatro y un año y medio. Aunque por el momento está de baja por maternidad, no ha dejado de componer música.

“Compuse un par de canciones durante esta época. Las llamo canciones hormonales. Pero no quiero que la maternidad influencie más en mi obra, como le pasó a otras cantautoras. Creo que sigo buscando a mí misma. La maternidad me ha dado algo, pero el mundo es tan rico y la música tan amplia”.

Jana Vébrová está reuniendo material para su próximo trabajo, pero por el momento no sabe cuándo grabará un nuevo disco, ya que no quiere precipitarse, según sostiene.

“A la hora de componer, soy bastante lenta. Dejo las cosas que lleguen por camino natural. Grabaré otro disco en el momento oportuno. No me gusta fijar una fecha exacta para la grabación. Por suerte, en mi sello discográfico me conocen y no me presionan. Todo llegará en su momento”.

Estimados amigos, aquí ponemos punto final a este Domingo Musical dedicado a Jana Vébrová que actuará el próximo jueves en el EBU Folk Festival de Segovia, España. Si piensan acudir a dicho encuentro, no se pierdan el concierto de esta cantautora checa.

Autor: Roman Casado
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