OHL cede al contragolpe ministerial y reanuda las obras en la autopista D1
La sucursal checa de la compañía española OHL reanudó este martes por la mañana la modernización de la autopista D1 que une Praga y Brno. La firma había suspendido las obras, ya que la principal arteria vial del país estaba más deteriorada de lo esperado, con lo que aumentaba el coste de su reparación. Por su parte, el Ministerio de Transportes amenazó con anular el contrato en caso de que las obras no continuaran.
La firma pidió más dinero por tener que realizar trabajos extra, según indicó el portavoz de OHL ŽS, Pavel Kočiš.
“En caso de que la documentación de proyecto de las obras hubiera coincidido con la realidad, no tendríamos que realizar trabajos extra, pero en este caso seguramente habrá que realizarlos”, dijo.La petición de aumentar el precio de la construcción indignó al ministro de Transportes, Zdeněk Žák, que amenazó con anular el contrato en caso de que las obras no fueran reanudadas de inmediato. La empresa OHL ŽS obedeció y sus operarios volvieron este martes a trabajar bajo una rigurosa supervisión de inspectores estatales, según señaló Žák.
“Los inspectores supervisarán si la empresa realmente inició las obras, si no es un mero teatro, si la construcción avanza y qué problemas hay. Se trata de empleados de alta cualificación que, en caso de detectar cualquier discrepancia, de inmediato tratarán de corregirla”, indicó.Las obras en la D1 se han reanudado, aunque el pleito por el precio no se ha solucionado. En todo caso, el ministro subrayó que el Estado no se dejará extorsionar y que seguirá negociando solo bajo la condición de que prosiga la modernización de la autopista.
La situación surgida impulsó al Ministerio de Transportes a aprobar recientemente nuevas medidas para evitar que problemas parecidos se repitan en el futuro.La nueva directriz ministerial insiste en la necesidad de aprobar todos los trabajos extra por adelantado y no de forma regresiva, como hasta la fecha. Además, los encargados de dar el visto bueno a cada obra serán personalmente responsables de su efectividad. En caso de cometer un error, el Estado les requerirá una indemnización por el daño surgido.
“Termina la era de la culpa colectiva, comienza la de la responsabilidad personal por cada obra aprobada”, resaltó el ministro.