Pilotos checos que defendieron Inglaterra tienen un monumento en Praga

Foto: fcafa.wordpress.com

Un monumento a los pilotos checoslovacos que en la segunda Guerra Mundial lucharon en la Real Fuerza Aérea de Reino Unido será develado este martes en el centro de Praga. La escultura de león con alas fue regalada al pueblo checo por la comunidad británica radicada en este país.

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Un león alado de bronce de dos metros de altura y de más de media tonelada de peso conmemora la valentía de los pilotos checos que lucharon durante la Segunda Guerra Mundial en la Real Fuerza Aérea de Reino Unido y que adquirieron fama a nivel mundial sobre todo gracias a sus hazañas en la batalla de Inglaterra.

El monumento realizado por Colin Spofforth, cuyo precio ascendió a unos 365.000 euros, fue regalado al pueblo checo por la comunidad británica radicada en el país, mencionó el iniciador del proyecto Euan Edworthy.

“Mi padre sirvió en la Real Fuerza Aérea de Reino Unido y a menudo me contaba de los valientes pilotos checoslovacos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Al llegar a la República Checa hace unos años, una de las primeras cosas que traté de hacer fue impulsar la creación de un monumento en honor a esta gente audaz. Esto es nuestro agradecimiento a ellos”, dijo.

Unos 2.500 checoslovacos, entre pilotos y personal de tierra, que sirvieron en la Real Fuerza Aérea de Reino Unido, regresaron como héroes a casa tras el fin de la guerra.

Foto: ČTK
Sin embargo, después del golpe de Estado comunista fueron perseguidos por el régimen totalitario. Muchos de ellos fueron encarcelados o tuvieron que emigrar, señala el historiador Ladislav Kudrna, del Instituto para el Estudio de Regímenes Totalitarios.

“El régimen comunista los perseguía por haber luchado en Europa Occidental. Muchos de ellos se habían casado con inglesas y daban a conocer su descontento con la situación política en Checoslovaquia ya antes del golpe de Estado de 1948. Los pilotos que regresaron de Inglaterra con frecuencia entraban en conflicto con los llamados oficiales educativos comunistas del Ejército. El régimen no les tenía confianza, ya que se daba cuenta de que ellos no apoyarían una dictadura”, señaló.

De los 444 pilotos que regresaron de Inglaterra a la Fuerza Aérea Checoslovaca tras la Segunda Guerra Mundial, sólo 13 pudieron seguir su carrera militar después del golpe de Estado comunista de febrero de 1948.

Los pilotos fueron rehabilitados plenamente recién tras la Revolución de Terciopelo de 1989 y a partir de este martes tendrán un monumento cerca del Castillo de Praga.

Sin embargo, el acto solemne, al que acudirán veteranos de la Segunda Guerra Mundial y el nieto de Winston Churchill, está ensombrecido en parte por las protestas de los protectores de monumentos históricos que abogan por colocar el monumento en otro lugar de la capital.

Los protectores indican que en la plaza ya se encuentra el monumento a la resistencia antinazi checoslovaca, obra de Vladimír Preclík. Además acusan al distrito de Praga 1 y la embajada británica de no haber efectuado una discusión pública suficiente sobre el proyecto.

Los protectores están dispuestos a llevar el caso a los tribunales para lograr el traslado del monumento.