“Chequia y Perú comercian poco por la dejadez de las autoridades”

Centro financiero de Lima, foto: CC Attribution-Share Alike 3.0 Unported

Las relaciones comerciales entre Perú y la República Checa siguen marcadas por el desequilibrio en la balanza comercial y el poco aprovechamiento del potencial de ambos países. Sobre las causas y perspectivas de esta situación hemos hablado con el analista peruano Pedro Gutiérrez Kardum.

Centro financiero de Lima,  foto: CC Attribution-Share Alike 3.0 Unported
El Perú es uno de los países considerados como objetivos de interés en el plan de Estrategia Comercial de la República Checa para 2020, y de hecho ante los dos países parece abrirse un incipiente y prometedor camino de interacciones económicas. Sin embargo las relaciones entre Perú y Chequia están aún lejos de ser idóneas, al existir algunos escollos que han impedido una mayor fluidez de inversiones y exportaciones, y amenazan con seguir haciéndolo.

El bajo aprovechamiento de este potencial mutuo viene derivado de un fallo institucional, asegura el peruano Pedro Gutiérrez Kardum, licenciado por la Universidad Económica de Praga en Comercio Internacional, que ha dedicado al comercio entre su patria y la República Checa su tesis de fin de carrera.

“La relación comercial entre Perú y la República Checa no tiene el mismo grado de fuerza que las relaciones políticas entre los dos países. No por falta de oportunidades, sino por dejadez de las autoridades de los dos países en las relaciones bilaterales, en el tema de falta de impulso, de la promoción de inversiones y exportaciones entre ambos países, o el tema de las clases empresariales tanto peruanas como checas”.

Pedro Gutiérrez Kardum,  foto: Universidad de Lima
Y esto puede tener consecuencias de peso. De acuerdo con los datos presentados por Gutiérrez, Perú como economía emergente no solo es apetitoso en la actualidad, sino que continuará desarrollándose a largo plazo, por lo que su marginalización por parte del empresariado checo podría traducirse en una gran oportunidad perdida.

“Parto en la tesis presentando, justificando, la inversión en el Perú por la solidez macroeconómica que tiene. No nos olvidemos que el Perú es el país que ha liderado el crecimiento macroeconómico en América Latina durante más de diez años. Se espera que para este año va a ser uno de los líderes también. Y en el año 2050 el Perú va a ser el cuarto país que más crecimiento va a tener en el mundo. Entonces el momento para ir a Perú es ahora”.

Sin embargo, un obstáculo importante, que debería ser subsanado cuanto antes por las agencias de apoyo del comercio exterior de ambos países, es la falta de conocimiento mutuo, que lleva a no considerar al otro como mercado o como tierra abonada para la inversión. Una actitud en buena parte injustificada, prosigue Gutiérrez.

“Por un lado hacer negocios en el Perú a día de hoy es mucho más fácil que hacerlos en República Checa, o sea el Perú está en el puesto 40 en el Doing Business y República Checa está en el puesto 75, algo por ahí. Mientras que por otro lado en el tema de la competitividad la República Checa sí es un país más competitivo que el Perú, obviamente por el tema de la infraestructura, etc. Entonces, en primer lugar, yo diría que el Perú como destino, como país en general, no es muy conocido a su real magnitud por los checos. Tal es así que tengo entendido que el senador Jiří Dienstbier fue el año pasado al Perú y el hombre pensaba que se iba a encontrar entre los bosques nibelungos, que todo era pasto y no había edificios, y se llevó la sorpresa, capaz que tiene edificios de 50 pisos”.

Una relación desigual

En cualquier caso, y a pesar de que las oportunidades de negocio siguen estando desaprovechadas, si ha habido un incremento de las relaciones comerciales ha sido principalmente por la parte checa. Desde el corazón de Europa se sigue exportando al país andino mucho más de lo que se importa, una tendencia que se ha mantenido en los últimos años, subraya Pedro Gutiérrez.

Pedro Gutiérrez Kardum,  foto: archivo de P.Gutiérrez
“Ya sí se puede observar que la República Checa mejoró más que el Perú, en el sentido de que los checos están más interesados en hacer negocios con el Perú que viceversa, y eso se está viendo ahorita con la llegada de nuevas inversiones. Y hay algunas sucursales de empresas checas en el Perú. Históricamente siempre la balanza comercial entre Perú y República Checa siempre ha sido muy positiva para Chequia, estamos hablando de más de un 80%. La relación comercial del año 2012, por decir, es en total de 40 millones y Perú exportó un millón y medio y el resto son exportaciones checas hacia el Perú. Y ahora a esta altura del año los checos ya han exportado a Perú todo lo que exportaron en 2012”.

La razón de esta relación desigual viene dada por la diferencia de composición económica de los dos países. Simplemente Chequia tiene mucho más que ofrecer a Perú que al revés.

“Generalmente los países hacen comercio e inversiones con los países geográficamente cercanos y que tengan un nivel parecido de desarrollo. Estamos hablando obviamente de que la República Checa es un país más desarrollado que el Perú y por eso es lógico que los checos quieran ir más al Perú que viceversa. Hago un análisis del comercio en general y te das cuenta de que la balanza es muy positiva porque justamente el país se está desarrollando, y uno de los motores del crecimiento son la minería y la construcción, justamente donde los checos son buenos, porque fabrican maquinaria, plantas, transportadoras, motores… Por ejemplo la exportación más grande en toda la historia bilateral del comercio entre los dos países ha sido la exportación de un motor Siemens a una minera que se llama Xtrata, que tiene una sucursal en el Perú”, explica Gutiérrez.

No obstante este intercambio desparejo podría pasar a la historia en unos años, debido al desarrollo que está viviendo Perú y que va camino de convertirlo en una sociedad más industrializada y más diversa económicamente.

Aun así existen todavía dos problemas que traban el incremento de las exportaciones peruanas a Chequia, como indica Gutiérrez.

“Justamente lo que está buscando Perú en este momento es diversificar su relación comercial. Por ser un país minero depende mucho de China, básicamente el crecimiento del Perú está en su gran mayoría sustentado por el crecimiento de China y la demanda de materiales de construcción y de minerales como el cobre. Estamos hablando de un país que es el tercer productor de cobre del mundo. La República Checa es un país muy chico. En realidad el mercado no es tan chico, pero el país sí y no se conoce bien. Si las autoridades checas no incrementan más su presencia como marca país va a ser complicado que la gente haga negocios con los checos. Básicamente las exportaciones peruanas, de unos dos millones de dólares, se basan en hierbas (chancapiedra, uña de gato), textiles, no olvidemos que Perú es el principal productor de textiles en Latinoamérica, y para de contar”.

Como ejemplo del en su opinión mal funcionamiento de la marca país de la República Checa, Gutiérrez señala el eslogan Czech Repub-like, que se lanzó haciendo referencia al botón de “me gusta” de ciertas redes sociales, y que, por anglocentrista, no caló en los países hispanohablantes.

Una historia firme de relaciones checo-peruanas

La República Checa y Perú celebraron hace poco el 90 aniversario de sus relaciones diplomáticas y de hecho el Perú constituye uno de los más tradicionales socios internacionales de la República Checa, o en su caso Checoslovaquia, en la región, lo que sin duda supone un apoyo interesante a las relaciones comerciales.

Pedro Gutiérrez recuerda que incluso durante el largo hiato que supuso el régimen comunista checoslovaco, hubo un periodo en el que las relaciones diplomáticas se reanudaron, coincidiendo con el gobierno de Juan Velasco Alvarado en Perú (1968-75).

“Velasco no fue un Hugo Chávez, pero era más o menos, por ahí va la cosa. El tipo decía: ‘ni con el capitalismo ni con el comunismo’, pero era bien de izquierdas. Con él se restableció la relación diplomática con Checoslovaquia, y en ese momento la relación comercial era más fuerte que la política incluso, porque Perú compró muchísimo armamento y varias cosas que se compraron también en Checoslovaquia”, indicó.

Tras el fin de la Guerra Fría las relaciones se volvieron a normalizar y mejoraron hasta tal punto que cuando hace cuatro años el Gobierno checo realizó recortes en las delegaciones en el extranjero y cerró embajadas en Latinoamérica, la sede en el Perú fue una de las pocas que sobrevivió.

Los contactos diplomáticos se imbrican a menudo con los comerciales, de ahí la necesidad de seguir fomentándolos y evitar pasos en falso como el sucedido recientemente en Perú, recuerda Gutiérrez.

“Se han dado visitas sucesivas entre los dos países, pero siempre ha sido un poco más la República Checa que ha ido al Perú. Hace unas semanas un grupo de senadores checos fueron al Perú. En el fin de semana los senadores fueron al Cuzco, y allí es completamente normal comprarte hojas de coca para la altura, porque la hoja de coca no es cocaína. Como el hombre hizo eso, lo puso en su blog, los periodistas dijeron: ‘maldito, desgraciado’. Hicieron un escandalete en el senado. Ese tipo de cosas son las que no ayudan, desvirtúan totalmente el trabajo de estos tipos porque ellos están allí justamente para aflojar un poco las barreras que hay para que fluyan las inversiones checas al Perú”.

Pedro Gutiérrez Kardum reside actualmente en Ostrava con su esposa checa y trabaja como analista en la organización checa de valoración de licitaciones públicas Zindex.