Penta intensifica la presión para que el aeropuerto de bajo coste de Praga levante el vuelo

Foto: MarekV, Wikimedia CC BY-SA 3.0

El grupo de inversión checo-eslovaco Penta quiere seguir adelante con su plan para transformar el aeródromo de Letiště Vodochody en un segundo aeropuerto internacional que sirva a la capital checa. Sin embargo, el Estado checo no parece estar a favor del proyecto.

Foto: MarekV,  Wikimedia CC BY-SA 3.0
Que Praga cuente con un aeropuerto low-cost es algo que no convence a todo el mundo, especialmente al Gobierno, que no ve con buenos ojos la posible competencia con el aeropuerto internacional Václav Havel. El copropietario de Penta, Marek Dospiva, dijo este martes al diario Hospodářské Noviny que el grupo estaba listo para impugnar la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de cancelar la aprobación de la Evaluación de Impacto Ambiental para el proyecto del aeropuerto.

El nuevo aeropuerto, que fue planeado originalmente para abrir sus puertas en dos años, se dirigiría a compañías de vuelos chárter y de bajo coste y podría operar hasta 3,5 millones de pasajeros al año. Según Penta, el aeropuerto Václav Havel, de propiedad estatal, no es adecuado para este tipo de aerolíneas de bajo coste debido a los elevados gastos que supone aterrizar en él y a otros cargos que las aerolíneas han de afrontar.

Después de años de negociaciones, el proyecto de Penta recibió la aprobación técnica del EIA en 2013. Sin embargo, el nuevo ministro de Medio Ambiente, Richard Brabec, canceló la evaluación un año más tarde, después de que su Ministerio comenzase a investigar las cerca de 40 quejas de los líderes municipales locales.

Los opositores al plan de expansión alegan preocupaciones por la posible contaminación de las fuentes de abastecimiento de agua locales y el aumento del tráfico y de la contaminación acústica.

"Puedo entender que quieran detener el proyecto de un aeropuerto rival, pero lo hacen de tal manera que en lugar de ayudarse a sí mismos, están perjudicando el Estado", aseguraba el copropietario de Penta. "Ellos pueden asegurarse de que el segundo aeropuerto en Praga no se abra, pero eso podría costarles mucho dinero", agregó.

Penta ya ha apelado contra la decisión del Ministerio de Medio Ambiente y ahora está a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo Administrativo. En caso de que éste desestimase la demanda, Penta está dispuesta a demandar a la República Checa por frustrar su inversión.

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