Dos hoteles checos elaboran su propia miel en el centro de la ciudad

Foto ilustrativa: Jitka Cibulová Vokatá

El hotel International de Brno se ha sumado al Intercontinental de Praga a la hora de instalar colmenas en su azotea para producir su propia miel. Se espera que las abejas contribuyan a cubrir los 300 kilos de este producto que consumen cada año las cocinas del hotel.

Foto ilustrativa: Jitka Cibulová Vokatá
El hotel Intercontinental de Praga fue el primero en la República Checa, y el segundo en Europa Central, en sumarse a la idea del hotel Waldorf Astoria de Nueva York de instalar en la azotea colmenas para producir su propia miel. La experiencia se puso en marcha en 2013 y de hecho esta primavera es ya la segunda en la que los huéspedes del hotel se untan en el pan miel de fabricación local.

Ahora contará también con estos inquilinos melíferos el hotel International de Brno, aprovechando su posición ideal cerca del castillo de Špilberk y los jardines que lo rodean. La expectativa es cubrir las necesidades del hotel, explica su director, Michal Říčánek.

“Por supuesto en realidad es una pretensión un poco idealista, porque tenemos un consumo anual de 300 kilos de miel. Y cuatro colmenas que vamos a tener, ahora tenemos tres, pueden cubrir esta necesidad solo si se hallan produciendo al máximo”.

Foto: Free domain
Las aproximadamente 250.000 nuevas empleadas del hotel tienen fama de picar a quien las molesta, lo que puede ser especialmente problemático si uno es alérgico. Sin embargo los huéspedes no tienen nada que temer, asegura Říčánek.

“Están separadas, en la azotea, y están, digamos, programadas para entrar y salir por el mismo orificio, tanto que si uno mueve la colmena luego se desorientan. Realmente solo vuelan adonde tienen que volar. Solo necesitan agua y que las cuiden bien, y creo que lo vamos a lograr”.

Las abejas son capaces de desplazarse a buscar néctar en un radio de 5 kilómetros, volando a una altura de entre 30 y 50 metros.

En el caso de Praga, las abejas del Intercontinental vuelan sobre todo a los jardines de Střesovice, Žižkov, Troja o Vinohrady, pero también a los de Josefov, Letná o la Ciudad Vieja, donde hay plantadas numerosas especies exógenas. Puede así decirse que por su curiosa mezcla de flores checas y extranjeras la miel de estas abejas es de carácter único.