Cinco checos desaparecen en El Líbano: todo apunta a un secuestro
Cinco ciudadanos checos fueron dados por desaparecidos este sábado en El Líbano. El taxi en el que viajaban fue descubierto vacío y aún con su dinero y enseres personales. El taxista, también en paradero desconocido, es hermano de Alí Fayad, que se encuentra detenido en Praga acusado de colaboración con terroristas, por lo que se sospecha de un secuestro.
Los desaparecidos habían estado ya en El Líbano este año, del 15 de mayo al 1 de julio, y se encontraban en el país para filmar un reportaje sobre la familia de Alí Fayad, un ucraniano de origen libanés detenido en Praga por sospechas de colaboración con terroristas. Uno de ellos era abogado de Fayad y otro su intérprete.
A esta información se une el reciente descubrimiento, hecho público por la emisora local Voice of Lebanon, de que el taxista que los había llevado a ese lugar, y que también se encuentra en paradero desconocido, es hermano de Alí Fayad. Todo apunta a que podría tratarse de un secuestro con el objetivo de intercambiarlo por los rehenes, tal como insinúan los medios libaneses y el diario checo Blesk, aunque de momento el Ministerio checo de Relaciones Exteriores no lo ha confirmado.
Teniendo en cuenta de que Alí Fayad se encuentra a la espera de ser extraditado a Estados Unidos para ser juzgado, el hipotético intercambio se perfila como improbable, afirma Andor Šándor, antiguo agente de los servicios checos de contrainteligencia militar.“Estados Unidos tienen muy poca disposición a intercambiar gente, sobre todo a sospechosos de terrorismo. La única excepción de los últimos tiempos fue la liberación de cinco talibanes a cambio de un soldado americano que había estado cinco años en Afganistán, en un pueblo con los talibanes. El proceso sería complicado, pero no se puede decir que sea en vano. Hay que esperar a las exigencias concretas y después podremos decir qué posibilidades tiene la República Checa de satisfacerlas y conseguir que esta gente vuelva a casa”.
Alí Fayad fue detenido el año pasado en Praga junto a dos ciudadanos de Costa de Marfil al ofrecer armas y cocaína a unos agentes estadounidenses que fingían ser miembros de las FARC. De momento los tres hombres se hallan retenidos en la República Checa a la espera de ser extraditados a Estados Unidos, donde podrían ser condenados a cadena perpetua.De momento el proceso de extradición se halla paralizado, al exigir el juez checo garantías de que los detenidos no recibirán un trato inhumano en las cárceles norteamericanas. El visto bueno final para su entrega a las autoridades estadounidenses lo tiene que dar el ministro checo de Justicia.