Intereses económicos vs. derechos humanos, esta vez en Azerbaiyán
Fomentar la colaboración económica entre Chequia y Azerbaiyán. Ese es el motivo principal de la visita oficial del presidente checo Miloš Zeman a Bakú. No obstante, al igual que en su reciente visita a China, el mandatario hace frente a la crítica de anteponer los intereses económicos al respeto de los derechos humanos.
Autobuses y tranvías checos circularán por Azerbaiyán
El mandatario checo exhortó a las empresas del país caucásico a invertir en la República Checa, donde “tendrán la garantía de no perder sus recursos”, según destacó.
Por otro lado, Zeman espera que las empresas checas aumenten su participación en el sector de transportes azerbaiyano, entre otros.
Chequia ha firmado una entrega de 150 autobuses de plataforma baja a la capital, Bakú, y tiene previsto llevar a cabo otros proyectos, según precisó el director de política exterior de la Oficina Presidencial, Hynek Kmoníček.“El proyecto más interesante para nosotros en el futuro será para el sector de transporte urbano en la segunda ciudad azerbaiyana más grande, Ganja. Estamos hablando de pedidos de entre 200 y 300 millones de dólares, es decir, la entrega de la infraestructura y tranvías de plataforma baja para un consorcio de empresas checas”, dijo.
Las relaciones europeo-azerbaiyanas en el punto de congelación
Sin embargo, al igual que durante su reciente visita a China, Miloš Zeman vuelve a ser criticado por apoyar los intereses económicos nacionales a expensas de la defensa de los derechos humanos a nivel mundial.
La Unión Europea ha condenado a Azerbaiyán por hacer callar a la oposición, mantener en prisión a numerosos presos de conciencia y violar la libertad de expresión.
Por su parte, el Parlamento del país reaccionó suspendiendo su participación en las instituciones interparlamentarias europeas y exhortó al Gobierno de su país a anular su afiliación a la Asociación Oriental, lo que sería en opinión del presidente checo un error.“La retirada de Azerbaiyán de la Asociación Oriental significaría la pérdida de uno de los elementos claves de esta estructura”, resaltó en Bakú.
El mandatario checo dejó sin comentario la resolución del Parlamento Europeo, que aceptó el jueves pasado una condena a las “represiones insólitas contra la sociedad civil en Azerbaiyán” y exhortó a los representantes europeos a barajar sanciones contra los políticos, funcionarios y jueces involucrados en la persecución política de la oposición azerbaiyana.
El documento fue aprobado poco después del fallo de la justicia azerbaiyana, que mandó a siete años y medio a la cárcel a la periodista Lhadija Ismail, conocida por luchar contra la corrupción en los círculos gubernamentales, por supuesta evasión fiscal y actividades empresariales ilegales.