Azerbaiyán dicta orden de arresto contra un eurodiputado checo
La República de Azerbaiyán ha emitido una orden de arresto contra el eurodiputado checo Jaromír Štětina quien asistió el lunes pasado a la celebración de un referéndum en Nagorno Karabaj como observador internacional. Bakú acusa al europarlamentario de haber ingresado ilegalmente en el país.
Para el efecto fueron invitados políticos, periodistas, académicos y miembros de Organizaciones No Gubernamentales en calidad de observadores.
Uno de ellos fue el eurodiputado checo Jaromír Štetina, contra el que las autoridades de Bakú emitieron una orden de arresto. En declaraciones para la TV Checa, el europarlamentario se refirió a las condiciones que reinan en Azerbaiyán.
“Azerbaiyán necesita intimidar a decenas de representantes de organizaciones internacionales y empresas constructoras que trabajan en Nagorno Karabaj. Es por eso que emite órdenes de arresto. Se trata de una nueva guerra hibrida de Bakú contra Nagorno Karabaj”.
Para las autoridades de Azerbaiyán la celebración del referéndum no fue otra cosa que una violación de la Constitución del país y las normas del derecho internacional.Es por eso que Bakú emitió una orden de arresto contra Jaromír Štětina y dos de sus colegas de la Eurocámara, Eleni Theocharous de Chipre y Frank Engel de Luxemburgo.
Los eurodiputados no registraron ninguna anomalía durante la celebración del referéndum, subrayó Štětina.
“Se trató de un referéndum sobre la nueva Constitución. Su realización respondió a los estándares europeos y todo estuvo correctamente organizado. Alrededor del 80% de los votos respaldaron la nueva Constitución”.
La tarea de los observadores internacionales fue evaluar el desarrollo de las prácticas democráticas y en materia de Derechos Humanos, certificar el referéndum o denunciar cualquier anomalía
Conocida como el polvorín del Cáucaso Sur, Nagorno Karabaj se independizó en 1988 de Azerbaiyán, pero hasta ahora no ha logrado su reconocimiento como Estado soberano.
Está muy unida a la República de Armenia. No obstante, los diferentes gobiernos armenios se han resistido a las presiones internas para unificar las dos repúblicas, evitando las represalias de Azerbaiyán y de la comunidad internacional que continúa considerando a Nagorno-Karabaj como parte integrante de Azerbaiyán.