Trenes de alta velocidad conectarán Praga y Berlín

Illustrationsfoto: ell brown via Foter.com / CC BY-SA

El Gobierno checo aprobó la construcción de corredores para trenes de alta velocidad para conectar Chequia con Alemania, Polonia, Austria y Eslovaquia. En la primera etapa se busca comunicar las ciudades de Praga y Berlín.

Foto ilustrativa: ell brown,  Foter,  CC BY-SA 1.0
La ubicación geográfica de Chequia, en el centro de Europa, ha representado para el país un importante aporte. Esa suerte de cruce de caminos le ha servido para estrechar lazos con cuatro países vecinos.

Tras la derrota del comunismo en 1989, la posterior apertura de las fronteras y el ingreso del país en la Unión Europea las relaciones con Alemania, Polonia, Austria y Eslovaquia se incrementaron muchísimo más, pero la modernización de las infraestructuras no fue una prioridad inmediata.

Tras el inicio de la modernización de la autopista D1 que une la capital con Brno, la segunda ciudad del país, el Gobierno checo aprobó la construcción de corredores para trenes de alta velocidad, según explicó el ministro de Transportes, Dan Ťok.

“La primera línea que deseamos crear es la que conectará Praga con Berlín a través de Dresde. La segunda, que también es muy importante, unirá Praga con Brno, después Břeclav y luego hasta Ostrava donde se dividirá”.

Se trata de un primer paso que pretende elevar el nivel del transporte de personas y mercadería por rieles desde y hacia la República Checa. Un proyecto inicial proponía dejar la red de ferrocarriles, que es bastante densa, y simplemente modernizarla.

Dan Ťok,  foto: archivo de la Agencia del ministero de Transportes
La experiencia recogida en países donde los trenes de alta velocidad forman parte de la vida cotidiana desde hace muchos años, indican que lo óptimo es construir corredores nuevos para garantizar la seguridad y el confort de los viajeros.

El Gobierno del primer ministro, Bohuslav Sobota, que terminará con las elecciones generales de octubre, quiere dejar la primera piedra de este gigantesco programa valorado en unos 25.000 millones de euros.

De acuerdo con el jefe de la cartera de Transportes, Dan Ťok, una condición indispensable para avanzar la representa la aprobación de una ley que otorgue un gradeo prioritario a la construcción y modernización de las infraestructuras viales.

El Ejecutivo intentará dejar una ley lo suficientemente amarrada para que los gobiernos venideros cumplan los objetivos del ambicioso programa que ha topado con repercusiones positivas en los países vecinos.