La plataforma Airbnb acepta pagar tasas a la ciudad de Praga
La compañía estadounidense Airbnb ha aceptado las condiciones de una propuesta aprobada por el Gobierno en septiembre. De acuerdo con esta medida, Airbnb deberá pagar al Ayuntamiento de Praga una tasa por cada cliente.
En la actualidad, este impuesto por cama y noche es de unos 20 céntimos de euro, pero se planea que desde 2021 suba a 2 euros.
El portavoz de Airbnb, Vladimír Beroun, declaró para la Radiodifusión Checa que cuando la tasa suba a 2 euros, la suma de dinero que entregarán al Ayuntamiento de Praga será considerable.
“En teoría, sería posible recaudar de los clientes de Airbnb algo más de 6 millones de euros al año“.
Para Hana Kordová Marvanová, concejal del Ayuntamiento, esto es muy positivo para la ciudad y están dispuestos a reunirse con la compañía para aclarar diferentes puntos.
“Ahora estamos preparando una reunión con sus representantes para estudiar cuáles son las opciones. Creo que sería muy bueno que Praga colaborara con Airbnb para mejorar la recolección de tasas. Entonces, estamos preparados para escuchar las propuestas”.
Esta medida surge tras la proliferación de apartamentos vacacionales en Praga, que en el centro de la ciudad suponen ya el 20% de los pisos. Es, de hecho, unos de los motivos que influyen en la subida de precios de los pisos en los últimos años.
No obstante, Václav Stárek, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de la República Checa, cree que cobrar tasas a los clientes no resolverá en la práctica el problema de la vivienda. En su opinión, estos apartamentos deberían ceñirse a unas normas estrictas como las que siguen los hoteles y hostales.“Muchos de estos apartamentos para usos cortos se esconden bajo contratos de alquiler, y no existen herramientas para asegurar que se cumpla la legislación vigente, como lo que se refiere a las normas fiscales o al registro de los visitantes para la Policía de Extranjería. Debería existir un registro además de los dueños de estos apartamentos que sea accesible al Ayuntamiento de Praga”.
Otro de los puntos de conflicto son los vecinos que residen de forma permanente en el centro de Praga. Últimamente, las quejas por su parte se multiplican, ya que consideran que la masificación turística que están sufriendo, además de afectar al precio de los pisos, atrae a grupos de turistas que solo buscan fiestas y alcohol.