Proyecto de la Universidad Carolina quiere introducir la evaluación formativa en escuelas checas

Foto ilustrativa: Filip Jandourek, ČRo

La Universidad Carolina está lanzando un proyecto que capacitará a los maestros checos en la evaluación formativa, que a diferencia de la evaluación estándar intenta clasificar el progreso individual de cada niño.

Foto ilustrativa: Filip Jandourek,  ČRo

Es posible que los niños checos no reciban notas en el futuro. La Facultad de Pedagogía de la Universidad Carolina, junto con la organización Laboratorio Educativo (EDUkační LABoratoř), está lanzando un proyecto que capacitará a los educadores en la llamada ‘evaluación formativa’.

En este tipo de evaluación, los pedagogos no utilizan la calificación estándar donde los alumnos reciben notas, sino intentan evaluar el progreso de cada alumno individualmente. El feedback también tiene una forma diferente.

Foto: Lucie Hochmanová,  Český rozhlas
Una de las escuelas donde ya se aplican los métodos de evaluación formativa es el centro de primaria Lyčkovo náměstí, en Praga. La maestra Veronika Dobrovolná les pide a los alumnos que evalúen su trabajo después de completar una tarea. La autoevaluación es uno de los elementos centrales del método formativo.

“¿Quién está contento con su trabajo, quién cree que le fue bien? ¿Quién fue honesto, incluso si la tarea no le ha gustado? ¿Hay alguien aquí que no haya levantado la mano, que no se sienta bien consigo mismo?”

Estas son algunas de las preguntas que les hacen a los niños reflexionar sobre su propio trabajo. La educadora Dobrovolná describe que, en vez de notas, sus alumnos reciben una corta evaluación personal.

“Recibieron solo una oración en la que escribí un par de características que creo que tienen. Por ejemplo: ‘creo que eres tranquilo, ecuánime, amable’. Cuatro cualidades y eso fue todo”.

La escuela en el barrio Karlín de Praga también utiliza elementos de este tipo de evaluación, sobre todo en la enseñanza primaria elemental. A partir del nuevo año escolar, la escuela planea abrir dos clases del primer grado donde los maestros evaluarán a los niños de manera continua y no les darán una calificación con notas, como explica el director de la escuela, Jan Korda.

Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas
“Lo que nos molesta sobre la clasificación estándar, es decir, la que da marcas, es que nos obliga a comparar a los niños. Hoy en día esto resulta casi imposible, los niños son incomparables ya cuando entran en el primer curso. La evaluación formativa nos permitirá clasificar el progreso individual de cada niño”.

El proyecto del Laboratorio Educativo y la Universidad Carolina quiere extender la evaluación formativa en las escuelas de la República Checa. Veronika Laufková de la Facultad de Pedagogía explica la diferencia entre este tipo de evaluación y la llamada ‘evaluación sumativa’.

“El objetivo de la evaluación formativa es mantener un progreso continuo en los niños. No se trata de decir ‘has aprobado’ o ‘has fracasado’, sino de ayudar al alumno en el proceso de educación. La evaluación sumativa, por otro lado, es limitada”.

Michal Orság del Laboratorio Educativo explicó la evaluación formativa sobre un ejemplo concreto de escribir un ensayo.

“El alumno entrega un ensayo de cinco párrafos. Su maestro opina que si se intercambiaran dos párrafos el ensayo sería mejor. Cuando le dice al niño directamente ‘intercambia el tercer y cuarto párrafo’, el alumno simplemente lo hace, no piensa sobre ello. Pero en el momento en que le dice ‘mira, hay dos párrafos que se podrían intercambiar para mejorar el ensayo’, el alumno tiene que pensarlo y pasa mucho más tiempo cumpliendo la tarea”.

Los autores del proyecto educativo quieren enseñar a los educadores de nueve escuelas en la República Checa cómo utilizar la evaluación formativa, sigue Orság.

“En abril empezará la formación de educadores y continuará hasta septiembre u octubre de este año. Luego estas escuelas se abrirán a otros maestros interesados en este tipo de educación. Los nuevos pedagogos podrán aprender de los que ya hayan pasado por el curso capacitación”.

El proyecto está programado para tres años. Orság espera que cada vez más escuelas checas empiecen a usar la evaluación formativa en la enseñanza.