“La Praga Pobre” o cómo vivían las personas sin hogar en los siglos pasados
¿Cómo vivían las personas más pobres de la sociedad desde finales del siglo XVIII hasta el presente? A esta pregunta responden dos exposiciones recién inauguradas en el Museo Nacional de Praga, “La Praga Pobre” y “La Montaña de Humo”, que cuentan la historia de la pobreza en la metrópolis checa.
“En 1781 el emperador José II reorganizó el sistema del cuidado de los pobres. Los mecanismos que estableció funcionaron a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX”.
Una nueva exposición del Museo Nacional de Praga, titulada “La Praga Pobre”, muestra las preocupaciones cotidianas de los habitantes más pobres de Praga entre los siglos XVIII y XX. La exhibición presenta fotografías de las comunidades de personas sin hogar, así como juguetes y otras posesiones de los pobres.
Mediante estos objetos la exposición busca documentar los cambios en la pobreza en la ciudad de Praga desde el año 1781, explica la comisaria del proyecto, Jana Viktorínová.
“En ese año (1781) el emperador José II reorganizó el sistema del cuidado de los pobres. Los mecanismos que estableció funcionaron a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX”.
El segundo hito en la historia de la pobreza fue el año 1948, cuando surgió un nuevo régimen que cambió la postura frente a la problemática, y prácticamente desplazó la pobreza en Checoslovaquia.Desde entonces la manera en la que se perciben los pobres en la sociedad ha ido cambiando, destaca Viktorínová.
“Al comienzo de ese período existía la llamada ‘pobreza urbana’, es decir, en las ciudades había personas que no eran capaces de ganarse la vida, fuera por una razón u otra. Se trataba de personas de la tercera edad, enfermos, discapacitados, viudas y huérfanos. Más tarde se establecieron varios institutos especializados para estos grupos. Con la llegada de la industrialización y la afluencia de la población de clase trabajadora, surgió una nueva capa de la sociedad. Creció el número de personas amenazadas por la pobreza debido a las recesiones económicas, entre otros problemas”.
“En las ciudades había personas que no eran capaces de ganarse la vida, fuera por una razón u otra. Se trataba de personas de la tercera edad, enfermos, discapacitados, viudas y huérfanos”.
“La Praga Pobre” expone fotografías de niños trabajadores, de los hogares de los pobres y en general de la vida en la calle en el siglo XIX y principios del siglo XX. También se pueden ver diferentes objetos de uso diario, dice la comisaria de la exposición, Jana Viktorínová.
“Se puede ver el equipamiento de una familia pobre de la Primera República, incluyendo juguetes. Los niños pobres tenían juguetes hechos a mano, no se podían permitir muñecas. En ese período también era muy popular el esmalte”.
Viktorínová llama la atención sobre varias grabaciones provenientes de la época, entre ellas un corte del libro “Sin blanca en París y Londres” del escritor George Orwell, que trata sobre la pobreza urbana.
“Dicen que los mendigos no trabajan. Pero ¿cómo se define el trabajo? El peón trabaja cuando levanta la mano con el pico. El contador trabaja cuando suma números. El mendigo trabaja cuando está parado afuera bajo cualquier circunstancia y sufre de varices, bronquitis crónicas y otras enfermedades”.El audio entero se puede oír en la sección de mendigos de la exposición. Esta parte contiene objetos muy interesantes, como por ejemplo un código del año 1803, describe la comisaria Viktorínová.
“La mendicidad fue considerada un delito a lo largo del siglo XIX. Se han conservado billetes de limosnas de la época, que empezaron a aparecer a finales del siglo. Durante la Primera República, comenzaron a surgir esfuerzos para buscar una solución sistemática a la mendicidad. Los donantes fueron disuadidos de darles propinas a los mendigos. En su lugar, empezaron a distribuirse limosnas oficiales”.
“Durante la Primera República, comenzaron a surgir esfuerzos para buscar una solución sistemática a la mendicidad. Los donantes fueron disuadidos de darles propinas a los mendigos. En su lugar, empezaron a distribuirse limosnas oficiales”.
Al mismo tiempo se ha inaugurado en el Museo Nacional de Praga la exposición “La Montaña de Humo” del artista llamado EPOS 257. A través de películas, fotografías y diferentes objetos, el artista capturó la historia de la recientemente desaparecida comunidad de personas sin hogar en el barrio de Třebešín, de Praga.
EPOS 257 investigó y analizó la comunidad durante aproximadamente cinco años, habló con sus miembros, recopiló diversos materiales, como dice el comisario de la exposición en el Museo Nacional de Praga, Tomáš Pospiszyl.
“La instalación se parece a vitrinas de museos históricos o arqueológicos. Algunos de los objetos evocan artefactos prehistóricos, pero en realidad fueron hechos en Praga, por personas que son nuestros vecinos, aunque no tengan dónde vivir. Estos objetos documentan su forma de vida”.
En las salas de la exposición “La Montaña de Humo” también se pueden encontrar juguetes de las personas sin hogar, que tienen un significado psicológico, prosigue Pospiszyl.“Los juguetes señalan la angustia emocional de las personas sin hogar. Para ellos estas representan una forma de lidiar con todos sus traumas. También hay objetos relacionados con la vida cotidiana, como una botella que sirve como lavadora o un inodoro improvisado”.
Una parte de la exposición es un modelo del proyecto de desarrollo que ha surgido en el barrio Třebešín de Praga. En la zona donde anteriormente habitaban mendigos se encuentra un parque infantil.
Ambas exposiciones, “La Praga Pobre” y “La Montaña de Humo”, se prolongarán hasta finales de este año.