Chequia ofrece muchas oportunidades para empresas españolas
Cuatro empresas españolas de distintos sectores emprendieron una misión comercial a la República Checa para abrirse paso en su mercado.
Obtener reuniones de negocio, establecer relaciones comerciales y buscar distribuidores. Estas son las principales metas de la misión multisectorial directa en la que las empresas españolas reciben apoyo de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en la República Checa y de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicio de Terrassa.
La responsable de comercio internacional de esta última institución, Iolanda Pujol, explica las principales tareas de la Cámara.“Ayudamos a los empresarios de nuestro y de otros territorios a exportar. Les explicamos cómo hacerlo, qué mercados son prioritarios para sus productos y les acompañamos a los países donde pueden vender. Cada cámara de comercio organiza misiones comerciales a distintos países, normalmente a los que no son de fácil acceso para la empresa y nos ponemos en contacto con diferentes organismos”.
En esta ocasión participaron empresas de diferentes sectores: maquinaria industrial de empaquetaje, climatización, fertilizantes y diseño de joyas de autor. Entre las principales tareas la Cámara figuran valorar el potencial del producto, buscar distribuidores y crear una agenda de reuniones.
Iolanda Pujol, que lleva más de seis años acompañando a las empresas españolas en la República Checa, aproxima los sectores más emergentes en el mercado local.“El sector de la maquinaria industrial ha tenido siempre mucha aceptación. El tema de la climatización también está en auge, pero este año hemos venido con una diseñadora que hace joyas de autor y no sabíamos exactamente si tenía mucha salida o no y, de hecho, está muy satisfecha con lo que ha encontrado aquí. El sector de fertilizantes también está muy bien, pero sobre todo, la maquinaria”.
Las diferencias culturales y burocráticas pueden representar un obstáculo a la hora de hacer negocios. No obstante, la República Checa no es el caso, afirma Iolanda Pujol.
“Nosotros venimos de Terrassa que está muy cerca de Barcelona. Estamos en la zona de Cataluña y el carácter catalán es un poco parecido al checo. Somos más reservados a la hora de los negocios. Nos fijamos muy bien antes de poder escoger. Estamos viendo que el carácter checo es un poco así. No se lanza a la aventura y es un poco prudente en este aspecto. No veo mucha diferencia cultural”.
“Las relaciones entre España y Chequia son muy buenas”
Pujol sostiene que la exportación de productos siempre representa una buena salida para los emprendedores españoles.
“Animamos a los emprendedores. No a lanzarse a la exportación de una manera muy valiente, siempre con prudencia y siempre habiendo vendido en el mercado nacional antes, pero siempre animamos a exportar a los países donde llevamos mucho tiempo ayudando a las empresas. Chequia es un país que ofrece muchísimas oportunidades para los empresarios españoles. Las relaciones comerciales entre España y la República Checa son muy buenas y tienen que seguir así”.
La cercanía geográfica y la ausencia de barreras comerciales, documentales y de aranceles debido a su pertenencia a la Unión Europea. Esto hace de la República Checa un país de fácil acceso para los empresarios españoles y con un punto extra además, explica Iolanda Pujol.“La República Checa es un país que está creciendo muchísimo, es una economía muy abierta, donde se abraza muchísimo a la empresa de fuera para hacer negocios con ella”.
Josep Ribé se identifica con esta tesis sobre la República Checa y se lanza a su mercado con sus sistemas de aire acondicionado, un producto de gran demanda en el país.
“Chequia es conocida desde hace tiempo en España como un país estable y en crecimiento. Es un mercado atractivo que llama la atención. Aparte de todo, hay que conseguirlo y para eso estamos aquí, pero el conocimiento del mercado se tiene. En mi caso son mercados muy maduros con pocas marcas y cada uno tiene su marca cogida. Ahora llego a hacerme un hueco y no es fácil. Tienes que hacer codazos para hacer espacio. Pero esto es normal y es en todas partes".
Josep Ribé valora positivamente el apoyo de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicio de Terrassa y de la Oficina de Comercio de la Embajada de España en la República Checa, que le facilitan promocionar y vender sus productos.“Es muy práctico, sobre todo, para hacer el filtraje inicial. Yo puedo venir aquí, pero conocer qué empresas son las del sector y que me abran la puerta, no es lo mismo hacerlo en checo y desde España en inglés. Me ayuda mucho venir aquí con cinco visitas concertadas. Saben a qué voy y si me atienden es porque les interesa. O sea, no vengo a perder el tiempo”.
Por su parte, la diseñadora de joyas Fili Plaza ve el futuro de sus joyas en la República Checa bastante prometedor.
“Estoy buscando salirme de España y volver a tener algo por aquí. Me han puesto unas visitas a joyerías. He ido a la primera y se han entusiasmado. Lo que ha sido muy grato es cuando entré en otra joyería que tiene una red de seis joyerías y también estaban interesados”.
El interés de Fili Plaza va más allá de los negocios. En la República Checa le gustaría dejar una huella cultural, apunta.
“Lo que más me ha sorprendido es la escultura. Soy escultora y veo que por la calle hay muchas obras, no solamente de las antiguas sino también actuales. Espero poder hacer una escultura pública”.
El comercio entre España y la República Checa registra crecimiento cada año. La República Checa exporta al país ibérico sobre todo componentes de la industria automotriz, maquinaria o productos químicos. Por su parte, España también exporta a Chequia maquinaria en primer lugar, seguida de alimentos.