Graffiti en el Puente de Carlos desaparece misteriosamente
Del Puente de Carlos desapareció misteriosamente un graffiti pintado a mediados de julio, que los conservacionistas planeaban limpiar durante dos semanas.
Praga es una ciudad de misterios. En el Puente de Carlos, el más antiguo de la ciudad, apareció a mediados de julio un graffiti, pintado por dos turistas alemanes. Las autoridades contrataron un restaurador profesional para limpiarlo, que planeaba trabajar en la renovación hasta el 15 de agosto. Sin embargo, para gran sorpresa de todos, el graffiti de repente desapareció.
El restaurador Jan Mjartan, encargado de limpiar el puente, había firmado el viernes un contrato con la Administración Técnica de Comunicaciones para la restauración del puente el viernes. Junto con su compañera comenzó a quitar la inscripción el sábado. Cuando regresaron al lugar el domingo, no obstante, la inscripción había desaparecido. Según informó la portavoz de la Administración Técnica, Barbora Lišková, nadie ha reivindicado la acción.“El sábado por la mañana, el restaurador comenzó a limpiar el graffiti. Trabajó hasta las cinco de la tarde, luego volvió allí el domingo por la mañana, pero cuando llegó, descubrió que el graffiti ya no estaba en la pared”.
Según los expertos, la eliminación del graffiti no se hizo correctamente. En la pared permanecieron restos de pintura, y en las juntas de las piedras puede haber restos de disolvente.
Los conservacionistas de Praga han tomado muestras para averiguar qué tipo de preparados se utilizaron para limpiar la pared. Después del análisis de laboratorio, un restaurador profesional tendrá que limpiar el puente de nuevo.El director del Instituto del Patrimonio Nacional, Ondřej Švec, dijo que sería casi imposible devolver al puente su forma original.
“Sobre todo en cuanto a las piedras porosas, las más antiguas, la limpieza será muy problemática. Será casi imposible limpiarlas sin que se vean restos del proceso, o sin que la superficie se dañe mecánicamente”.
La inscripción tenía aproximadamente cinco metros de largo y dos metros de altura. Los dos jóvenes alemanes responsables del crimen fueron detenidos por la Policía en el lugar. Además de ser expulsados del país para cinco años, tuvieron que pagar una multa de 4000 euros cada uno y correr con los gastos de la limpieza del pilar.
Según la juez Pavla Hájková, los jóvenes declararon que no se dieron cuenta de que el Puente de Carlos era un monumento histórico de tanta importancia. No estaban bajo la influencia de alcohol cuando pintaban el pilar.
Christoph Israng, embajador de Alemania en la República Checa, se ha disculpado por la acción. Escribió en su cuenta de Twitter que se avergonzaba del comportamiento de sus compatriotas. También pidió a todos los turistas que sean respetuosos cuando viajan a la ciudad.El alcalde mayor de Praga, Zdeněk Hřib, también ha condenado el comportamiento de los alemanes, señalando que hay muchos lugares en Praga donde es posible hacer graffitis legalmente.
Aparte del Puente de Carlos, el popular Muro de Lennon en Praga ha sido objeto de vandalismo últimamente. En reacción a recientes prácticas de las agencias de turismo que instan a los visitantes a pintar la pared, será prohibido el uso de espráis por completo y el muro será restaurado.