La fiebre del swing en Chequia
El baile swing está viviendo un renacimiento en los últimos años. Sobre la popularidad de este baile en Chequia, que surgió en los años 20 en Nueva York, hablamos con la bailarina profesional checa Pavlína Korcová.
Se baila por todos lados: en teatros, salas, bares, en las calles y en los parques urbanos. Su popularidad ha crecido enormemente en los últimos años, especialmente entre la generación joven. Estamos hablando del baile llamado ‘swing’, que está en auge en Chequia y muchos otros países.
El swing se desarrolló a finales de los años 20 y principios de los 30 en el barrio de Harlem, Nueva York. Allí los ciudadanos de origen afroamericano bailaban en salones con música viva casi todos los días.
En sus comienzos el swing no tenía muchas reglas, el baile en sí era una mezcla de diversos estilos basados en la improvisación, como dice la profesora de baile de Brno, Pavlína Korcová.
“Swing es un baile social y viene de Estados Unidos, de Nueva York. Era un baile de comunidades como somos nosotros, de personas que después del trabajo iban a un bar y bailaban. Ahora es un baile que se baila en todo el mundo, en Europa, en América, en Asia”.La palabra ‘swing’ de hecho aborda varios estilos de baile, pero el más popular es el llamando lindy hop, o ‘lindy’. Este baile se basa en el conocido charleston de los años 20 y obtuvo su nombre del aviador Charles Linbergh, quien cruzó el Atlántico en 1927.
El lindy hop llegó a Europa ya en el período de entreguerras, pero fue prohibido durante la Segunda Guerra Mundial, debido a su ‘entusiasmo exuberante’, que según las autoridades no honraba la memoria de los soldados y no correspondía con el pesimismo de la época.
Después de la Guerra, el baile regresó en una forma diferente, transformándose en el rock’n’roll, que era mucho más provocativo. A partir de los años 80 el lindy hop empezó a reaparecer y ahora es popular en todo el mundo.
Una comunidad familiar e internacional
La comunidad del swing es muy internacional, los aficionados a este estilo de baile se conocen entre sí y forman una gran familia, dice Pavlína.
“Sí, la comunidad es muy internacional, el swing se baila por todos lados. Por ejemplo, en España, se baila en cada ciudad, creo. Se baila en todas las islas, los Baleares, las Islas Canarias, hay una comunidad en Valencia, en Barcelona, en Madrid. Incluido las ciudades más pequeñas. En el mundo hay comunidades en Corea, Japón, EE.UU., en África, Australia, Nueva Zelanda”.
El swing se extendió a Europa en los años 80 gracias a unos bailarines suecos, que emprendieron un viaje a Estados Unidos para conocer las raíces del baile, y luego transfirieron sus conocimientos a otras comunidades europeas.El lindy hop combina elementos de bailes de los dos continentes: la improvisación de los bailes afroamericanos con el ritmo de los bailes europeos. En el paso básico, llamado ‘swing out’, se alterna la posición abierta, donde los bailarines están conectados con una sola mano, con la posición cerrada, donde está muy cerca uno al otro.
Es un baile muy alegre y se distingue por su estilo relajado, lo que lo ha hecho popular entre muchos jóvenes últimamente. Además, los aficionados aprecian el hecho de que se puede bailar en zapatillas, como apunta la profesora de baile Pavlína Korcová.
“El swing en general es un baile muy relajado, se improvisa mucho, lo que es bonito. Para mí la música es lo más interesante, también el hecho de que se baila en pareja, pero al mismo tiempo tienes mucho espacio para improvisar y contribuir con tus ideas al baile”.
El lindy hop se baila al ritmo de la música swing o jazz, como las famosas canciones de Louis Armstrong, Duke Ellington, Ella Fitzgerald o Glen Miller y su orquesta. Ha aparecido en muchas películas históricas, como por ejemplo Swing Kids del año 1993 o la antigua Hellzapoppin’ de 1941.
La escuela de baile Swing Wings en Brno
Como muchas otras personas de la comunidad, Pavlína encontró el swing por casualidad. Hace diez años estaba buscando un baile de pareja cuando vio un video donde se bailaba el lindy hop, y se enamoró.
“Encontré un video de YouTube donde bailaban swing y me encantó. Me encantó la música, me encantó la ropa, me encantó la energía en el baile”.
Después de unos años, Pavlína decidió con sus amigos establecer una escuela de baile en la ciudad de Brno. Esta escuela, llamada Swing Wings, tiene ahora cientos de miembros y es muy activa en la escena checa y mundial.Pavlína ha participado en varias competiciones internacionales, en 2015 ganó el Campeonato Europeo en Lindy Hop. Como profesora de baile internacional ha tenido la oportunidad de enseñar en muchos países.
“Lo más interesante para mí fue enseñar en Tel Aviv, Israel, era muy bonito. Y Rusia también. Luego en Europa también fue súper interesante, por ejemplo en Finlandia, Suecia, Bélgica, Italia, Rumanía, Bulgaria, los Balcanes”.
La bailarina añade no obstante que el país al que más le gusta volver es España, por la energía y alegría de la comunidad local. Ha enseñado en Madrid, Pamplona e incluso en la isla de Mallorca.
En el swing no hay estrés
Gracias a la libertad de movimiento, elementos de improvisación y buena música, el swing atrae a personas de todas las edades. Una particularidad del baile es que no se necesita una pareja para poder participar.
En las clases siempre se alterna, es decir, las parejas se intercambian, al estilo de los salones de baile de los años 20. Este formato se mantiene incluso en las competiciones, prosigue la profesora de baile Pavlína Korcová.
“Cuando compites en swing se mezclan las parejas, entonces puedes bailar con un hombre o una mujer que nunca habías visto en tu vida antes. Una pareja que yo vi participar en una competición tenía 75 años. Y era muy bonito el baile”.Este tipo de competición se llama Jack & Jill, o Mix & Match. Los líderes de la pareja se ponen en una línea y los seguidores en otra. Se elige un número aleatorio para formar las parejas. Los participantes se presentan y empiezan a bailar.
Esto puede sonar un poco estresante, pero según Pavlína, en el swing no existe el estrés.
“Es muy divertido. La verdad es que es muy divertido. Porque en el swing no hay estrés. Jack & Jill es una competición muy social. En los campeonatos creo que hay estrés, claro, pero eso es gente que tiene un objetivo específico, son profesores que necesitan buenos resultados. Pero para gente normal es algo muy social y muy relajado”.
Debido a que la comunidad del swing es tan internacional, uno puede viajar al otro lado del mundo y sentirse como en casa. Los estilos de los bailarines pueden variar, pero esto hace que sea aún más divertido.
“Si vas a otra parte del mundo a una fiesta del swing, siempre puedes bailar con la gente. Se va a sentir un poco diferente, pero te vas a entender con ellos, en lo que se refiere al baile. Pero claro, hay diferentes estilos y filosofías. En general con los medios como es YouTube y Facebook, la gente baila de una manera bastante parecida. Lo que está de moda, lo baila todo el mundo”.
Los estilos vintage y retro están de moda
Nos preguntamos entonces por qué tantos jóvenes están volviendo a este estilo cien años después de su surgimiento. Según Pavlína, esto se debe en gran parte a la música y a la libertad del baile, pero también al hecho de que los estilos ‘vintage’ y ‘retro’ están muy de moda estos días.“Creo que es porque la época de retro, de ‘vintage’, está de moda en general. Eso es una gran parte. La moda, la música. Si vas a tomar un café, ponen música swing. Si vas a una barbería, hacen peinados de los años 40. También es porque la gente necesita actividades que son offline y swing es la mejor actividad offline”.
Las dos comunidades más grandes del swing en Chequia se encuentran en Praga y en Brno. En ambas ciudades se organizan clases, talleres, festivales y muchos otros eventos vinculados al baile. Cualquier persona de cualquier edad puede empezar a bailarlo, hay incluso grupos para niños.