El futuro del Gobierno checo pende de un hilo
La crisis continúa. El presidente Miloš Zeman anunció este miércoles que no nombrará ministro de Cultura al candidato nominado por la Socialdemocracia. La decisión del mandatario atenta contra el futuro del Gobierno del primer ministro Andrej Babiš.
El portavoz presidencial Jiří Ovčáček ha sido el encargado de dar la noticia y los motivos que han llevado al presidente Miloš Zeman a rechazar a Michal Šmarda como ministro de Cultura
“No dispone de competencias profesionales para desempeñar el cargo de ministro de Cultura. Por esa razón el presidente de la República ha pedido al líder del Partido Socialdemócrata, Jan Hamáček, que por medio del primer ministro, Andrej Babiš, nomine a otro candidato que cumpla al menos con los requisitos profesionales básicos“.La noticia ha caído como una ducha de agua fría. Existían especulaciones al respecto, pero nadie podía estar seguro hasta no conocer la versión oficial del presidente.
El líder del Partido Socialdemócrata, Jan Hamáček, dijo a la Televisión Checa que la decisión del mandatario se sale de lo estipulado en la Carta Magna.
“La Constitución no facilita al presidente instrumentos para la evaluación de las nominaciones ministeriales. Ya en el pasado se han dado varios casos, me viene a la mente la ministra Šlechtová que no tenía nada en común con el Ministerio de Defensa. No veo razón alguna para que el presidente evalué así a los ministros”.
Los socialdemócratas son socios del gobierno minoritario de coalición que integran con el movimiento ANO, del primer ministro Andrej Babiš. A la hora de diseñar la coalición gubernamental la cartera de Cultura fue concedida a la Socialdemocracia por acuerdo mutuo.El primer ministro Andrej Babiš ha realizado varios cambios de ministros sin drama alguno. Pero desde hace unos tres meses él y sus aliados de gobierno mantienen un pulso con el presidente Zeman que ha obstaculizado el cambio.
Los partidos políticos de la oposición hablan de crisis de gobernabilidad y de comportamiento inconstitucional por parte del mandatario. El experto en Derecho Constitucional Jan Kysela dijo a la Televisión Checa que desde el inicio de esta situación se puede palpar cierto comportamiento no acorde con la Carta Magna.
“El aspecto inconstitucional de la situación puede radicar, desde mi punto de vista, en el hecho de que a finales de mayo el primer ministro entregó al presidente la nominación de un nuevo ministro y este no ha ejecutado el nombramiento. Ahora ha dado a conocer que no lo nombrará, y todo indica que ha sugerido el inicio de negociaciones políticas. Desde el punto de vista constitucional puede tratarse de un asunto polémico”.
En más de una oportunidad el experto ha recordado que en la República Checa el Gobierno lo forma el primer ministro, a la vez que el Ejecutivo da cuentas a la Cámara Baja y no al presidente de la República. Al mandatario corresponde nombrar al Gobierno nominado por el primer ministro y para gobernar este necesita la confianza de la Cámara de diputados.El presidente puede dar a entender que determinado ministro no es de su agrado, pero según los expertos no puede oponerse o rechazar del todo el nombramiento del mismo. La excepción se puede en caso de que la persona nominada resulte inelegible por representar un peligro para la seguridad nacional u otras situaciones o faltas extremadamente graves.
A raíz de la situación surgida un grupo de senadores ha redactado una demanda contra el mandatario por comportamiento inconstitucional por negarse a aceptar, en su momento, la renuncia del antiguo ministro de Cultura, Antonín Staněk, y por la postergación de la misma, y después por negarse a nombrar al nuevo candidato Michal Šmarda.
Desde el inicio de la crisis los socialdemócratas han dejado claro que en caso de que su candidato no ocupe el cargo al frente de la cartera de Cultura abandonarán el Gobierno de coalición.