Adiós, “umakart”
“Umakart”, conocido en español como formica, es un fenómeno que formaba parte de la vida de al menos uno de cada diez checos. Este laminado de plástico es sinónimo de viviendas prefabricadas construidas masivamente durante la época socialista en Checoslovaquia. Tras tres décadas desde el fin del régimen totalitario, este fenómeno que causaba más de un problema a los inquilinos, está paulatinamente despidiéndose de los hogares checos.
En la actualidad, muchos sustituyeron este material por ladrillos, pero en algunos hogares sigue existiendo, amargando la vida de sus inquilinos. Tomáš Vojta recuerda las molestias que le causaba la formica en su vida diaria.
“Recuerdo que en el cuarto de baño se escuchaba todo, este material no permitía ninguna privacidad, era una solución barata y de mala calidad”.
Muchos inquilinos escuchaban hasta de lo que hablaban sus vecinos. Más tarde o más temprano, acababan enfrentándose también al moho. No es de extrañar, ya que la formica es papel impregnado con resina apoyado en una tabla de fondo. El nombre en checo, “umakart”, es de hecho una palabra compuesta por la abreviación de cartón artificial (“umělý karton”) en checo. Fue patentando en 1943 por la fábrica química checoslovaca Synthesia.
La Edad de Plástico
El nuevo material se alababa mucho en la Checoslovaquia socialista, algo que afirma este reportaje del archivo de la Televisión Checa.
“De la historia conocemos la Edad de Hielo, la Edad de Piedra, de Bronce o de Hierro. La época actual se podría llamar la Edad de Plástico. “Umakart” es el material de hoy. Su uso versátil hace que crezca la demanda. Aunque nuestra producción se multiplicara por diez, no sería suficiente para satisfacer tanto la demanda nacional como internacional”.El uniforme diseño de la formica, o “umakart”, frecuentemente gris o de imitación de madera, hacía que los mismos cuartos de baño se hallaran tanto en Praga como en Bratislava.
Amenaza de incendio
En la actualidad, los electricistas advierten que la formica puede causar hasta una desgracia en los departamentos, según declaró a la Radio Checa el constructor Vladimír Mráček.“Existe amenaza de incendio, ya que los conductores eléctricos en el cuarto de baño están en muchos casos hechos de aluminio. Según las nuevas normas, el aluminio no tiene que estar ahí y estas casas no se deberían usar. En el caso de las casas municipales creo que se debería ocupar de su remodelación el Gobierno”.
Recientemente, el Ayuntamiento de Ostrava decidió evitar este riesgo y complacer a los inquilinos de los departamentos municipales, invirtiendo en la remodelación de más de 2500 departamentos municipales para sustituir los cuartos de baño de formica con ladrillo. En muchos departamentos no solamente sustituirá este material por ladrillo, sino que cambiará también las instalaciones eléctricas, los suelos y los revoques. El Ayuntamiento gastará en la remodelación de cada piso entre 8000 y 20 000 euros.