Chequia introduce a manera de prueba un modelo de cuarentena inteligente
La República Checa aplicará un nuevo programa con el fin de frenar la propagación de la epidemia de coronavirus. A partir de este lunes se introducirá a manera de prueba la llamada cuarentena inteligente en la región de Moravia del Sur.
La cuarentena inteligente se basa en el mapeo del movimiento de una persona infectada en los últimos cinco días con ayuda de los datos de teléfonos móviles y tarjetas bancarias.
Según ha explicado el viceministro de Salud, Roman Prymula, la cuarentena inteligente busca impedir la expansión de la epidemia de coronavirus y reducir las drásticas medidas que rigen ahora en la República Checa.“La cuarentena inteligente es un modelo diseñado para impedir lo más rápido posible la propagación de la epidemia entre la población, sin tener que aplicar medidas drásticas como en el presente”.
El experto indicó que la aplicación de medidas duras ha sido muy importante al principio del estallido de la pandemia.
“Tuvimos que aplicar esas medidas para ganar tiempo, para eliminar la propagación exponencial de la enfermedad en la población, como ocurrió en algunos otros países europeos“.
La introducción de la cuarentena inteligente en la región de Moravia del Sur servirá para descubrir la efectividad de la misma y tomar una decisión de cara al futuro próximo, que en su caso podría llevarse a nivel nacional después de la Semana Santa.“Queremos suavizar las medidas actuales, pero para hacerlo debemos tener un modelo que nos permita detectar los casos positivos entre la población lo más rápido posible”.
Los médicos y especialistas quieren minimizar el riesgo de infección adicional, para ello tratarán de localizar e identificar a las personas contagiadas. Pero para ello se necesita la cooperación explicita de los ciudadanos.
“La cuarentena rápida significa que una persona que haya sido diagnosticada positiva dará su consentimiento y facilitará la información que ayude a trazar un mapa de sus recorridos, al tiempo que informará con quién se reunió“.
Para agilizar el trabajo y la comunicación entre los médicos y los técnicos se utilizará una escala de colores en la que el amarillo indica posibilidad de contagio.
“Posteriormente se contactará a esas personas, se pondrán en cuarentena a corto plazo, y se designarán como personas amarillas y el equipo de recolección de muestras los visitará en unas pocas horas”.
En caso de que el análisis resulte negativo, la persona se clasificará como verde y en caso positivo el infectado se describirá con el color rojo.
Lo primordial para que la cuarentena inteligente funcione es el tiempo. De acuerdo con el viceministro Prymula esto significa que cada persona en este sistema debe ser tratada en un lapso de tres días.Los datos, cuya adquisición está sujeta al consentimiento de los infectados serán de uso exclusivo de los especialistas, insistió Prymula.
Gracias a las tecnologías modernas es posible ayudar a frenar la expansión del virus. Para ello funciona un centro de llamadas que podrá contactar a los infectados, entrevistarlos e identificar a otras personas vulnerables, incluso con la ayuda de los datos de ubicación, por ejemplo, desde un teléfono móvil o una tarjeta bancaria.
A partir del momento en que la persona infectada dé su consentimiento será posible reconstruir dónde ha estado en los últimos cinco días. Esto ayudará a las personas a recordar los lugares que visitaron y dónde podrían haber propagado el virus.