Adolf Hoffmeister, gurú de la caricatura checa
Más de 1200 pinturas, caricaturas, ilustraciones y collages de Adolf Hoffmeister figuran en la más amplia exposición que fuera dedicada a la obra de este artista, publicista, poeta, viajero y diplomático. Algunas de sus pinturas se exponen por primera vez en la República Checa.
La exposición acerca todas las etapas del desarrollo artístico de Adolf Hoffmeister, incluyendo sus pinturas infantiles que indican su posterior afición hacia la caricatura. La multitud de cuadros ocupa toda la galería Casa de la Campana de Piedra, así como parte de las salas de exposiciones del Ayuntamiento de Praga.
Adolf Hoffmeister fue uno de los fundadores de "Devetsil", asociación de vanguardia de inicios del siglo XX, afamada en la República Checa. En una de sus exposiciones, celebrada en 1922, Adolf Hoffmeister presentó por primera vez al público sus pinturas, influidas por el primitivismo
Sólo pocos años después, Adolf Hoffmeister ya se había creado un estilo propio que lo caracterizaría durante el resto de su vida, explicó el comisario de la muestra, Karel Srp.
"Escribía folletines acompañados de caricaturas, que reflejan su extraordinaria capacidad de expresar lo más propio e individual de cada persona. Captaba a personalidades de la vida política y cultural checa: a los hermanos Capek, al primer presidente checoslovaco Tomás Garrigue Masaryk, así como a artistas, poetas y filósofos de la época".
Adolf Hoffmeister fue un viajero apasionado. Sus observaciones y vivencias quedaron plasmadas en varios libros con ilustraciones propias que también forman parte de la muestra. Durante sus estancias en el exterior, Adolf Hoffmeister conoció al poeta ruso Vladimir Mayakovski, al escritor irlandés James Joyce, al pintor español Pablo Picasso, y a otras personalidades.
"Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hoffmeister se vio obligado al exilio en EE.UU., donde publicó artículos contra el fascismo y caricaturas políticas. Escribió allí también la pieza "La Flauta del Ciego", sobre la aldea checa de Lidice arrasada por los nazis, así como el libreto de la ópera infantil "Brundibár", de Hans Krása, interpretada por los niños en el antiguo ghetto judío de Terezín".
Después de regresar al país, Adolf Hoffmeister desempeñó altos cargos en las estructuras del nuevo régimen comunista, señaló el comisario de la exposición, Karel Srp.
"En sus pinturas y caricaturas propagaba el socialismo y la llamada "lucha por la paz" pero, a diferencia de otros jerarcas comunistas, no era tan rígido en sus ideas políticas. Desde mediados de los años 50 apoyó el proceso de distensión del clima cultural en la entonces Checoslovaquia".
En los años 60, Adolf Hoffmeister decidió cambiar de estilo. Dejó de pintar en blanco y negro y en las ilustraciones y collages de aquella época abundan los colores. En la exposición figuran varios collages, dignos de atención, por medio de los cuales el artista se enfrentaba a las nuevas corrientes artísticas, como el pop-art, afirmó el comisario de la muestra, Karel Srp.
"La invasión de las tropas soviéticas en Checoslovaquia en 1968 provocó una gran desilusión a Adolf Hoffmeister, quien se apartó definitivamente de la vida política y social. Su carrera artística la culminó, antes de fallecer en 1973, con una colección imponente de collages".
Según Karel Srp, pocos artistas marcaron la vida cultural checa del siglo XX de manera tan acentuada como Adolf Hoffmeister.