República Checa adoptó medidas de seguridad antiterroristas
La tragedia madrileña cambió la vida en la República Checa. La policía patrulla constantemente en estaciones de trenes, en centros comerciales y en los aeropuertos. Severos controles fueron introducidos también en los pasos fronterizos del país.
Los turistas que viajan al país deberían hacerse a la idea de que esperarán en los pasos fronterizos más de lo acostumbrado, puesto que la Policía de Extranjería dedica mayor atención a los pasaportes y a la documentación. Averigua también los motivos del viaje de los ciudadanos extranjeros a la República Checa, indicó Klára Krejcí, de la Policía de Extranjería.
"La policía controla también el equipaje, el interior de los automóviles y también los espacios de carga para evitar el eventual transporte al país de explosivos o de otras materias peligrosas. En su labor les ayudan perros especialmente adiestrados".
Rigurosamente vigiladas están las centrales nucleares, las empresas químicas y todas las localidades estratégicas del país que podrían convertirse en blanco de un eventual ataque terrorista. Constantemente se controlan también todas las fuentes de agua potable, afirmó Eva Sovová, portavoz de la empresa responsable del agua potable.
"Todas las localidades e instalaciones hidrotécnicas están bajo control las 24 horas del día. Estamos también en permanente contacto con la policía".
El ministro del Interior, Stanislav Gross, propone introducir una ley antiterrorista que aumentaría los poderes de los servicios de inteligencia. Sin embargo, la oposición argumenta que los servicios de inteligencia disponen ya de suficientes competencias para poder enfrentarse efectivamente al terrorismo.