El palacio Kacina: Museo del Campo Checo

El palacio Kacina, foto: Zp, CC BY-SA 3.0 Unported

La meta de nuestra excursión de hoy será el palacio Kacina, a unos diez kilómetros de la ciudad de Kutná Hora, Bohemia Central. La antigua sede de la estirpe noble de Chotek alberga en la actualidad el Museo del Campo Checo.

El palacio Kacina,  foto: Zp,  CC BY-SA 3.0 Unported
El palacio Kacina fue construido entre los años 1806 y 1823 según los planes del arquitecto de la corte real de Sajonia, Christian Franz Schuricht, explica el director del Museo del Campo Checo, Pavel Novák.

"Fue construido en el estilo imperial, muy moderno en Europa en la primera mitad del siglo XIX. Se dice que se trata del edificio más bello en este estilo en la República Checa. Kacina fue construido como la sede de la familia noble de Chotek. Su sede original, un palacio barroco, se hallaba en la aldea de Nové Dvory, pero por aquél entonces ya no cumplía con las exigencias de requerida representatividad".

A veces se puede oír que los Chotek utilizaron Kacina como sede veraniega, pero Pavel Novák matiza que no es cierto. Los Chotek, al igual que las demás estirpes nobles, preferían pasar el invierno en el medio urbano, rico en eventos culturales y sociales. Tenían un palacio en Praga.

El director del Museo señala que los Chotek no figuraron entre las familias nobles de tanta envergadura como los Schwarzenberg, por ejemplo.

El palacio Kacina,  foto: ViktorEP,  CC BY-SA 3.0 Unported
"Sin embargo, ocuparon altos cargos en el Reino de Bohemia. El fundador del palacio Kacina, Jan Rudolf Chotek, fue burgrave, lo que corresponde al actual cargo del primer ministro. Su hijo, Karel Chotek, cuyo nombre lleva en Praga el Parque de Chotek, también se desempeñaba en altos puestos gubernamentales".

Pavel Novák se refiere a los interesantes destinos de los Chotek.

"Tras la Batalla de la Montaña Blanca, en 1620, les fue confiscada toda su propiedad porque lucharon en el campo derrotado, es decir en el campo de los Estamentos checos. Sin embargo, debido a su tenacidad y maestría diplomática, lograron resituarse entre las familias más importantes. Fue una generación de guerreros y hasta el siglo XVIII todos los miembros de los Chotek ocuparon altos cargos en el Ejército".

Esto cambió a principios del siglo XIX, cuando los Chotkové abandonaron las Fuerzas Armadas y optaron por la función pública. Pero a mediados del mismo siglo dejaron la alta política para dedicarse plenamente a la administración de sus dominios. Empezaron a participar también en la política municipal. Esto era típico para gran parte de la aristocracia checa cuyo lugar en la alta política fue desplazado por la burguesía.


El palacio Kacina,  foto: Archivo de Radio Praga
Kacina suena extraño en checo. Pavel Novák explica a qué se debe este nombre.

"Kacina deriva de la palabra "pata", es decir, la hembra del pato. Y de veras, se supone que se llama así debido a las grandes cantidades de patos y patas que vivían en los pantanos que rodeaban el palacio. No se puede comprobar, por supuesto, pero los pantanos siguen existiendo hoy en día".

El palacio registró el mayor auge bajo el dominio de su primer propietario, Jan Rudolf.

"Pero Jan Rudolf falleció un año después de terminarse la construcción de Kacina. Sus descendientes prestaron mayor atención a la política local y sobre todo a la vida cultural. Y precisamente con ello está relacionado el segundo período de auge del palacio. En los últimos 25 años del siglo XIX, Kacina fue escenario de numerosos eventos culturales, y en primer lugar de funciones de teatro".

El palacio Kacina,  foto: Archivo de Radio Praga
Desde entonces se ha conservado un teatro singular, construido por Karel Chotek. Hasta hoy en día se efectúan en él funciones. Cada verano se organizan "Las Festividades de Chotek", durante las cuales los aficionados plasman las escenas de la vida de los Chotek que de veras se registraron en Kacina.

Los Chotek poseyeron el palacio hasta 1910 cuando falleció el último representante de la estirpe, sin hijos. Sus dominios los heredó su sobrino, Kvido Thun-Hohenstein quien vivió en Kacina hasta el período de Entreguerras. Antes de la Segunda Guerra Mundial huyó ante las deudas contraídas. En 1945 trató de regresar, pero el palacio fue confiscado por el Estado.

"Durante la Segunda Guerra Mundial, Kacina se convirtió en las oficinas de la Juventud Hitleriana que en invierno esquiaba en el parque. Se rumoreaba entre los vecinos que el último propietario, Kvido Thun-Hohenstein, jugaba a las cartas con el jefe de la Juventud Hitleriana y que perdió el palacio en una partida".

Y tras referirse a esos rumores que, como ya sabemos, no eran ciertos, Pavel Novák nos invita a visitar los interiores de Kacina.


La biblioteca,  foto: El palacio Kacina,  CC BY-SA 3.0 Unported
Primero entramos en la biblioteca que figura entre las de mayor valor histórico en la República Checa.

"Los Chotek lograron atesorar con el paso del tiempo hasta cuarenta mil volúmenes. Los más apreciados están depositados en el Museo Nacional de Praga. Se trata, por ejemplo, de la descripción de Egipto elaborada por Napoleón; es uno de los dos ejemplares conservados en el mundo".

Proseguimos hasta el comedor donde Pavel Novák señala un juego de platos con motivos de pesca y subraya que éste tiene una historia bastante interesante.

El palacio Kacina - Museo Nacional de Agricultura,  foto: Archivo de Radio Praga
"A finales de los años sesenta del siglo XIX fue revelado un gran fraude. Una de los inspectores de la cultura que tenía a cargo velar por el mobiliario de Kacina, robaba y vendía objetos robados al extranjero. El resultado es que falta gran parte de la porcelana del palacio. Y cuando preparábamos la exposición, los aduaneros retuvieron un amplio juego de estos platos que desde entonces siguen aquí".

El último propietario de Kacina, Kvido Thun-Hohenstein, fue un incansable cazador aficionado, cazaba tanto en Chequia como en safaris en África. Las paredes y los suelos del palacio están adornados por un sinnúmero de sus trofeos.

Pavel Novák apunta que Kacina forma parte en la actualidad del Museo Nacional de Agricultura, administrado por el Ministerio de Cultura. Es por ello que en el palacio está instalado el Museo del Campo Checo.

El palacio Kacina - Museo Nacional de Agricultura,  foto: Archivo de Radio Praga
"Se pueden ver aquí varias exposiciones que documentan la historia de los oficios, el transporte y el comercio en el campo. Se dedica una gran atención a la producción agropecuaria. El visitante se puede familiarizar con la cría de caballos y de ganado y con el cultivo de cereales. Puede admirar también muchos animales disecados".

En el palacio hay una gran colección de modelos de edificios campesinos que data del año 1895, cuando en Praga tuvo lugar la Exposición Etnográfica Internacional. Se trata de la segunda colección más importante de este tipo en la República Checa.

Tras salir de Kacina, Pavel Novák nos habla del extenso parque que rodea el palacio.

"El parque fue creado veinte años antes de que se empezara a construir el palacio, en 1789, ya que el conde Jan Rudolf Chotek quería mudarse a su sede ya rodeada por árboles crecidos. Hoy en día es muy difícil mantenerlo porque es enorme, se extiende sobre una superficie de 19 hectáreas".

El director del Museo del Campo Checo nos recomienda también visitar el coto adyacente, de 180 hectáreas. Viven en él liebres, corzas y jabalíes; hasta hace poco había allí también un criadero de faisanes.

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