Adolf Kohn - pintor del ghetto judío de Praga
Adolf Kohn fue un pintor autodidacta. Sin embargo, su legado artístico tiene un gran valor por haber conservado la atmósfera del ghetto de Praga, condenado a saneamiento en los finales del siglo XIX.
Adolf Kohn nació el 10 de marzo de 1868 en el barrio judío de Praga, un año después de que los judíos consiguieran derecho de igualdad en el entonces imperio austro-húngaro. Siguiendo el ejemplo de su hermano mayor, Adolf comenzó a estudiar medicina en la Universidad Carolina de Praga.
Sin embargo, la ciencia no le atrajo, de manera que después de cursar varios semestres, Adolf Kohn decidió abandonar la medicina y dedicarse a la música. Después de terminar los estudios, Adolf Kohn se desempeñó durante muchos años como organista y director del coro en la Sinagoga de Maisel, en Praga.
En la época de su boda con Theresie Steinová, en 1897, Adolf Kohn fue testigo del inicio del saneamiento del ghetto de Praga y de las protestas de una gran parte de la sociedad checa que abogaba por la conservación de los valiosos monumentos culturales e históricos, dijo Arno Parik, del Museo Judío de Praga.
"Hay que destacar que también en otras ciudades europeas los ghettos judíos fueron sometidos a saneamiento. Los cambios que trajo la rápida modernización de Praga despertaron el interés de la sociedad cultural checa y provocaron el interés de los artistas de la época", destacó Arno Parik.
En las plazas y las estrechas callejuelas del ghetto judío aparecieron de pronto conocidos pintores y fotógrafos checos que trataban de conservar en sus obras algo de la apariencia y la atmósfera de esta parte de Praga, condenada a la desaparición.
Inspirado por el empeño de conservar la atmósfera de esta parte de la capital checa, también Adolf Kohn salió a las calles del ghetto judío. Sin disponer de mayor experiencia artística, pero armado con una gran dosis de entusiasmo, Adolf Kohn emprendió el trabajo.
Sus cuadros, en su mayoría de reducido tamaño, documentan la atmósfera y el espíritu de los rincones, estrechas callejuelas y sinagogas del ghetto de Praga. El propio autor vendía sus pinturas por cantidades despreciables de dinero a los propietarios de las casas, restaurantes y tiendas locales, destacó Arno Parik.
"Sin duda, en aquella época existía demanda por los cuadros del ghetto, que Adolf Kohn pintaba con mucho amor. El artista prestaba mucha atención a los pequeños detalles, lo que hace de su obra un documento muy valioso para los historiadores."
Kohn plasmó en su obra muchas partes del ghetto, centrando su atención en las más importantes de ellas: la Sinagoga Viejonueva y el Cementerio Judío. A diferencia de muchos de sus coetáneos, que en su mayoría se dejaban inspirar por la atmósfera un tanto oscura del ghetto de Praga, Adolf Kohn solía utilizar tonos claros, lo que da mucha vida a sus cuadros.
Adolf Kohn se dedicó a la pintura de esta parte de la capital checa también después de su saneamiento, utilizando fotografías y tarjetas postales. Es autor de centenares de imágenes del ghetto, que nunca dejó de inspirarle. Adolf Kohn falleció en abril de 1953, poco después de cumplir 85 años.