Verduras y huevos de las fincas alrededor de Spolana no son comestibles
Productos cultivados en las fincas alrededor de la planta química checa de Spolana, al norte de Praga, no son comestibles debido al alto volumen de sustancias tóxicas que contienen.
El ministro del Medio Ambiente, Libor Ambrozek, no se ha mostrado sorprendido por la recomendación de los veterinarios. "Spolana representa el mayor problema entre las plantas químicas checas, lo que se debe a la producción realizada allí bajo el antiguo régimen comunista. Se producían, por ejemplo, materias para la sustancia combativa "Agent Orange". Esto ha causado una enorme carga ecológica", destacó Ambrozek.
Una de las posibles explicaciones de esta contaminación son las devastadoras inundaciones del año pasado que afectaron a la República Checa y durante las que escaparon de Spolana más de ochenta toneladas de cloro y otras sustancias.
La dirección de la planta rechaza la relación entre su producción química y la detección de sustancias nocivas en los comestibles, así como la discusión sobre una eventual indemnización de los afectados.
El mercurio y las dioxinas tienen un impacto directo en los animales: el mercurio afecta al sistema nervioso, y las dioxinas, al sistema hormonal. Pueden afectar seriamente la salud de quienes consumen productos contaminados.