Restauración de la Biblia de Praga

La llamada Biblia de Praga, del año 1488, es la más antigua biblia checa y eslava. Las enfurecidas aguas del Vltava anegaron durante las inundaciones de agosto del 2002 el departamento de impresos raros en Praga, donde se guardaba el valioso incunable. La Biblia de Praga está siendo ahora restaurada.

En la traducción de la Biblia de Praga del latín al checo participaron en los años 80 del siglo 15 los docentes de la Universidad Carolina con sede en la capital checa. En Praga se imprimió primero el Nuevo Testamento, después el Salterio, es decir, el Libro de los Salmos, y finalmente, en 1488, la biblia completa.

Se sabe a ciencia cierta que el libro fue impreso en la Ciudad Vieja de Praga. En el propio incunable puede leerse que su impresión fue sufragada por los "insignes varones y patricios el Sr. Jan Pytlík y el tendero Sr. Severin, ediles en el presente año, y por el Sr. Jan de la casa de las Cigueñas y el Sr. Matej de la casa del León Blanco".

La Biblia de Praga, cuyas dimensiones son de 20 por 30 centímetros, tiene 610 folios. El texto está adornado con iniciales en azul y en rojo y con mayúsculas coloreadas de amarillo.

No se tienen noticias sobre el destino de la Biblia de Praga en las centurias posteriores a su impresión. El incunable emergió de la corriente del tiempo tan sólo en 1936, al ser donado por un particular a la Biblioteca Municipal de Praga.

Durante largos años la Biblia de Praga estuvo depositada en el edificio central de la Biblioteca Municipal, en el casco histórico de la capital checa. Desde 1993 se guardaba en el departamento de impresos raros, en el barrio de Holesovice. El traslado al barrio situado a orillas del río Vltava resultó fatal para la Biblia de Praga. Las inundaciones de agosto del 2002 dañaron 20 mil impresos raros depositados ahí, incluyendo la Biblia de Praga.

La mayoría de los libros dañados fueron congelados, pues fue la única forma de impedir que fuesen atacados por el moho. La Biblia de Praga se transformó en un cubo de hielo que permaneció en la cámara frigorífica a una temperatura de 25 grados bajo cero hasta el mes de febrero. Después empezó el delicadísimo proceso de su descongelación y secado al vacío.

Fue necesario secar por separado la cubierta y los folios del libro. Al desmantelar el volumen, la restauradora descubrió que el incunable medieval había recibido en el siglo 18 una nueva cubierta de piel de cabra.

La Biblia de Praga tiene 610 folios. Ningún equipo de secado al vacío es capaz de secar un volumen tan grueso. El incunable fue por eso dividido en pliegos y éstos se secaron por separado.

Se prevé que las labores de restauración de la Biblia de Praga terminarán en septiembre próximo. El año que viene, la Biblioteca Municipal de Praga procederá a la digitalización del valioso incunable. Después será posible contemplar las páginas de la preciosa Biblia de Praga en la pantalla de un ordenador en la sala de lectura de la bilioteca.