Comunidad Internacional pone sus ojos en la República Checa
Mientras que Praga no ha empezado ni siquiera a hacer el balance de los daños causados por el desbordado río Vltava que convirtió sus barrios ribereños en lagos y paralizó toda la ciudad, el Elba causa estragos en el norte de Bohemia.
Unos 48 millones de euros deberían ser enviados inmediatamente de nuestros fondos para realizar proyectos de renovación de la infraestructura de transporte y el medio ambiente. El dinero se utilizará sobre todo para reparar y limpiar el sistema de abastecimiento de agua potable, el alcantarillado público y estaciones de depuración de aguas residuales. Los fondos podrían utilizarse asimismo para recuperar puentes y vías férreas.
Entretanto, en Praga el nivel del Vltava baja a raíz de 10 centímetros por hora, algunas áreas en los barrios inundados empiezan a emerger de las aguas, pero los habitantes evacuados todavía no pueden regresar a sus domicilios. Los niveles de los cursos fluviales bajan también en el sur, el oeste y el centro de Bohemia, afectados en los últimos días por catastróficas inundaciones.
La mayor catástrofe natural en la historia de la República Checa se ha desplazado ahora más al norte mantiendo desde ayer en vilo a los habitantes de la cuenca del crecido río Elba. Las aguas del Elba se desbordaron en Terezín, gueto judío durante la Segunda Guera Mundial, y en la ciudad de Litomerice. Las riadas del Elba arrasaron casas en varios pueblos.La metrópoli de Bohemia del Norte, Ústí nad Labem, se preparó durante una semana para afrontar las inundaciones, escuchando espeluznantes informaciones sobre la situación en el resto del país. Ayer por la tarde Ústí perdió su batalla con el desbordado Elba.
Los diques de sacos de arena no pudieron resistir al ímpetu de las riadas que anegaron los barrios ribereños de Ústí. La ciudad quedó dividida en dos por las turbulentas aguas del Elba que no dejaba de crecer. La única comunicación entre ambas orillas era el puente ferroviario.
Comandos especiales tuvieron que hundir en el Elba barcos con centenas de toneladas de carga cuyo movimiento era incontrolable e imprevisible y se temía que pudieran derribar los puentes. El comité de crisis ordenó entonces: ¡Vuelen los barcos!Los artificieros arriegaban en la operación sus vidas. Debían bajar por una cuerda desde un helicóptero para colocar el explosivo a bordo de los barcos arrastrados por la impetuosa corriente. Después disponían de un solo minuto para abandonar el barco antes de que se produjera la explosión.
Los mirones que asistían a la voladura de los barcos se negaron a dispersarse a pesar de las exhortaciones de la policía. Un hombre resultó muerto al ser alcanzado por un fragmento de un barco volado.
Las inundaciones han asestado duros golpes a la industria química checa, paralizando las plantas situadas a orillas del Elba. Las aguas anegaron las instalaciones de Spolchemie, en Ústí nad Labem, fue suspendida la producción del mayor fabricante de abonos checo en la ciudad de Lovosice, y por inundaciones quedó paralizada la mayor fábrica de papel en la República Checa, situada en Stetí. Una catástrofe se cernía también sobre la refinería de Kralupy, en el curso inferior del Vltava.La amenaza de averías ecológicas en las fábricas anegadas preocupaba a los comités de crisis y a los ecologistas, aunque los directivos de las plantas químicas afirmaban que controlaban plenamente la situación.Hasta el cierre de esta edición sólo se produjo un escape de cloro en Spolana de Neratovice, pero el viento dispersó las emaciones del peligroso gas que no afectaron a los habitantes de la ciudad.
Los ecologistas temen, no obstante, que las peligrosas dioxinas de unas viejas instalaciones de Spolana contaminen las aguas del Elba.