Exposición de samizdat en el Museo Nacional de Praga
En el Museo Nacional de Praga, fue inaugurada recientemente una amplia exposición de publicaciones de samizdat, provenientes de los países del antiguo bloque comunista. La muestra denominada simplemente "Samizdat" fue preparada por el Instituto de Investigaciones para Europa del Este, fundado en 1982 por iniciativa del ex canciller alemán y Premio Nobel de la Paz, Willy Brandt, en la Universidad de Bremen.
En el Museo Nacional de Praga, fue inaugurada recientemente una amplia exposición de publicaciones de samizdat, provenientes de los países del antiguo bloque comunista. La muestra denominada simplemente "Samizdat" fue preparada por el Instituto de Investigaciones para Europa del Este, fundado en 1982 por iniciativa del ex canciller alemán y Premio Nobel de la Paz, Willy Brandt, en la Universidad de Bremen.
La exposición, que fue inaugurada por los presidentes de la República Checa y de Alemania, incluye unas 800 muestras de samizdat, es decir, literatura no censurada proveniente de la antigua Unión Soviética, Polonia, Alemania, Checoslovaquia y Hungría.
El término samizdat lo comenzó a utilizar en los años 50 el escritor ruso Nikolay Glazkov, quien sólo publicaba sus poemas prohibidos por la censura. Así, con el tiempo, nació en el antiguo bloque comunista de Europa un fenómeno que, sobre todo en los años 70 y 80, se convirtió en una poderosa alternativa de la literatura oficialista. En samizdat se editaban no sólo novelas y antologías, sino también artículos científicos, protocolos de procesos judiciales y una amplia gama de revistas.
Uno de los editores de samizdat fue también Vilém Precan, quien a finales de los 70, emigró a Alemania.
"Samizdat representaba un medio particular de comunicación entre los movimientos independientes, asociaciones cívicas y organizaciones para los derechos humanos que luchaban por la democracia y las libertades cívicas. Y no sólo ello, samizdat representaba una de las pocas maneras de oponerse al régimen totalitario de entonces", apuntó Precan.
La exposición ofrece una gran diversidad de títulos elaborados con medios muy primitivos como el papel carbón, así como ediciones de casas editoriales clandestinas que superaban algunos centenares de unidades. Los impresos y manuscritos están complementados por obras de arte que documentan la riqueza de la vida cultural fuera del alambre de lo permitido por los regímenes comunistas.