Graubner apuesta por el diálogo con los sudetoalemanes
Aumenta la tensión entre los políticos checos y el arzobispo de la ciudad de Olomouc, Jan Graubner. El representante eclesiástico oficiará el domingo una misa en la asamblea de la Asociación Sudetoalemana en Nuremberg, lo que es criticado duramente por el Gobierno.
Desde que algunos círculos austríacos y alemanes pidieran reiniciar el debate en torno a los Decretos de Benes, que tras la Segunda Guerra Mundial permitieron expulsar del territorio checo a los sudetoalemanes, las relaciones entre la República Checa y esos dos países han empeorado. Por eso el primer ministro checo, Milos Zeman, considera que la participación de Graubner en dicho encuentro será contraproducente. "Es como arrojar lena al fuego, pienso que afectará a las relaciones con Alemania", dijo Zeman.
Graubner rechazó todo tipo de críticas y dijo que los cristianos pueden contribuir enormemente al futuro de las relaciones entre ambos países. El arzobispo de Olomouc dijo que no hay que olvidar el invaluable gesto de parte de los representantes eclesiásticos de Alemania y de la entonces Checoslovaquia, que poco después de la caída del Telón de Acero se pidieron perdón por los errores de sus dirigentes en el pasado. "Yo no quiero regresar atrás, pero si queremos vivir en armonía es necesario mantener un diálogo", explicó Graubner.
Los analistas opinan que en la asamblea de Nuremberg, que se celebrará este domingo, serán pronunciadas ásperas críticas contra los Decretos del ex presidente Edvard Benes y que al mismo tiempo se exhortará a las autoridades checas a la total anulación de esos documentos.