Muere Hana Hegerová, la primera dama de la “chanson” checa
Hana Hegerová, una de las cantantes más populares de la República Checa, falleció a los 89 aňos en un hospital de Praga. Se le conocía como la primera dama de la “chanson”.
Hana Hegerová, empezó a cantar por necesidad. Ella quería ser bailarina o actriz. Había empezado a trabajar en un teatro de provincia en Eslovaquia, su tierra natal, pero el sueldo era insuficiente.
Estaba desesperada y necesitaba dinero, fue así como aceptó cantar ocasionalmente en una cafetería. Tenía un hijo pequeño y le urgía comprar carbón para el invierno, según recordó en cierta ocasión a la Radio Checa.
“Yo empecé a cantar porque necesitaba carbón, no quería ser cantante, solo necesitaba el carbón. Me faltaba también una aspiradora y una nevera. Fue así como empezó mi carrera de cantante”.
Hana Hegerová fue para muchos una cantante de canciones nostálgicas sobre amores, desilusiones, pero también de canciones llenas de esperanza.
En su repertorio encontramos muchas canciones de autores checos y las siempre presentes e inmortales canciones de Edith Piaf y Jacques Brell.
Además de su magnífica voz, Hegerová tuvo la suerte de trabajar en Chequia con los mejores letristas de diferentes épocas. Avanzó de la mano del letrista Pavel Kopta que conoció en 1958 en un teatro de Praga y al final trabajaron hombro a hombro durante 30 aňos.
Pavel Kopta fue un poeta y músico que supo explotar el talento de la joven cantante. Hegerová fue una de sus grandes musas, se dedicó a escribir para ella.
“Cuando uno lee los textos de Pavel, nota de inmediato que estaban escritos a mi medida. Eso demuestra que me conocía muy bien, que sabía cuáles son mis lados fuertes y mis lados débiles”, dijo la artista en su momento.
El éxito de Hana Hegerová superó las fronteras del país. Un día la escuchó en Praga el músico francés Buno Coquatrix, entonces director del famoso teatro Olympia de París, quien no dudó en invitarla a la capital francesa. La crítica quedó tan impactada que pronto en la prensa la bautizaron como “La Edith Piaf de Praga”.
Hana Hegerová se ganó muchos admiradores en Francia y entre sus amigos destacaban Charles Aznavour y Gilbert Bécaud. Cosechó éxitos en varias capitales europeas cantando en francés, alemán e inglés.
En 2011, antes de cumplir 80 aňos y de manera inesperada, Hegerová anunció que se retiraba. “Ya no quiero cantar más. Es demasiado el estrés. Hana Hegerová como cantante desaparece y queda sólo Hana Hegerová como persona” dijo la artista.
Tras conocer la noticia del deceso, el productor y editor Tomáš Padevět, cercano colaborador de Hegerová, dijo a la Radio Checa que era una cantante maravillosa y una gran persona.
“Fue una verdadera dama. El anuncio de poner fin a su carrera profesional, cosa que determinó de un día para otro, demostró su grandeza. Decidió apartarse de la vida pública, simplemente se jubiló y fue muy feliz”.
La República de Francia condecoró a la cantante checa Hana Hegerová con la insignia oficial Comendador de la Orden Nacional del Mérito por su aporte a la propagación de la cultura francesa. Fue una de las grandes intérpretes checas de la canción francesa.
Varios años antes de retirarse, Hana Hegerová dijo que saldaría cuentas pendientes con todos los que la ayudaron a triunfar. Estaba convencida de que una buena manera de saldar sus deudas era rindiéndoles homenajes y reconocimientos en sus discos, porque siempre se trató de trabajos conjuntos.
