Más de 300 toneladas de alimentos para los más necesitados
Más de 300 toneladas de alimentos fueron recaudados en la Cuarta Colecta Nacional, efectuada en la República Checa el sábado. El gran sentido de solidaridad de los checos con las personas necesitadas sorprendió a los organizadores. La cantidad de productos regalados fue aproximadamente un 30% superior a la del año pasado.
Este año los checos regalaron más de 300 toneladas de comida, lo que supone más de 500.000 porciones. Por primera vez se recaudaron también productos de droguería, como pastas de dientes, jabones y desodorantes, según dijo a la Televisión Checa Pavlína Kalousová, directora de la asociación Byznys pro společnost (‘Negocio a favor de la sociedad’), organizadora de la colecta.
“Me sorprendió y me alegra la reacción de los ciudadanos a la colecta. Los que más regalan alimentos, y este año también productos de droguería, son las personas de alrededor de 40 años de edad. Muy solidarias son también las familias con hijos y las personas de la tercera edad”.Además de ayudar a los habitantes de las casas de asilo, a las madres abandonadas con hijos, a los sin casa, y a los ancianos que viven solos y el dinero no les alcanza, la colecta quiso llamar la atención sobre el alto despilfarro de alimentos que tiene lugar en la República Checa. Un tercio aproximadamente de los productos alimentarios que se compran termina en los basureros, mientras que un determinado grupo de personas pasa hambre.
Sára Šimků, una de las donantes que contribuyó el sábado a la colecta alimentaria, destacó que considera correcto que se ayude a las personas menos afortunadas.
”En los comercios hay tantos productos alimentarios. No deberíamos vacilar y si podemos ayudar a alguien, hagámoslo. Es correcto contribuir a la colecta de alimentos que luego serán repartidos entre las personas que, paradójicamente, y a pesar de tanta comida que nos rodea, no pueden permitirse comprársela”.Los alimentos recaudados en la Colecta Nacional se ubican en cajas, de manera que éstas contengan un variado surtido de productos. De ello se encargan los empleados de los Bancos de Alimentos, con ayuda de voluntarios. Este año unas 3.500 personas se ofrecieron para ayudar con el embalaje.
Los Bancos de Alimentos reparten luego los paquetes entre unas 300 organizaciones que se dedican a labores humanitarias, así como entre personas concretas. Por ejemplo, los regalan a ancianos con problemas financieros, o a jóvenes de 18 años que abandonan los orfanatos y dan sus primeros pasos en la vida de forma independiente.