Madre checa pierde a su hijo ante las autoridades noruegas
El caso de los niños Michalák ha continuado de forma desfavorable para la ciudadana checa Eva Michaláková. Un tribunal noruego ha dictaminado que su hijo menor sea entregado en adopción, confirmando así la pérdida de potestad iniciada en 2011, cuando cayeron sobre la familia sospechas de abusos sexuales.
El último veredicto, hecho público este martes, ha resultado muy desfavorable para Eva Michaláková. El tribunal ha dictaminado que David, su hijo menor, puede ser adoptado por su actual familia de acogida, con lo que su madre biológica perdería definitivamente sus derechos sobre él. Sobre el hijo mayor, Denis, se confirma la pérdida de potestad. Precisamente como argumento principal se ha argüido que la checa ha hecho del caso un acontecimiento público.
El abogado de Michaláková, Pavel Hasenkopf, culpa de la situación a la estrategia seguida por el Gobierno checo.
“Es peor de lo que esperábamos. Habría que ponerlo en un contexto más amplio. Hace más o menos un año se pidió públicamente al Gobierno que ayudara a la señora Michálaková, y el gobierno reaccionó aconsejándole que antes debía iniciar el proceso judicial en Noruega. Les hizo caso, por desgracia, con lo que perdió un año. Y ahora se ve que la estrategia del Gobierno simplemente falló. En Noruega no es posible en asuntos de tutoría de niños confiar en la justicia normal, está prácticamente determinado de antemano. Las familias de acogida tienen allá una posición mucho más fuerte, el sistema les prefiere frente a los padres biológicos”.En opinión de Hasenkopf el Gobierno checo debería presionar más y ofrecerle protección diplomática. De momento Michaláková recurrirá la sentencia y pedirá al Gobierno checo que lleve el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Viendo a los niños dos veces al año
Todo comenzó cuando en 2011 los Michálak, una familia checa que vivía en Noruega, se vieron envueltos en sospechas de abusos sexuales a sus hijos. La policía investigó al padre y a la madre, abandonando finalmente la investigación sin presentar cargos. Las sospechas fueron sin embargo suficientes para que los servicios sociales noruegos para casos infantiles, la Barnevernet, les retirara la custodia de sus dos hijos.
Esta entidad es una empresa privada, financiada por el Estado, con fama de aplicar medidas particularmente draconianas, y de hecho se propuso desde el principio desarticular la familia. Cada niño fue enviado a una familia de acogida distinta y los contactos con la madre podían producirse de forma extremadamente limitada, solo dos veces al año durante dos horas y bajo supervisión. El contacto con el padre fue totalmente prohibido.En 2013 Eva Michaláková, entonces ya divorciada de su marido, llevo el caso sin éxito ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, y a continuación inició un proceso judicial para recuperar la custodia. Un año más tarde dio a conocer su caso ante los medios de comunicación, pidiendo al mismo tiempo al Gobierno checo su intermediación.
Esta se produjo a nivel diplomático, aunque sin éxito, aludiendo las autoridades noruegas a la independencia de su justicia y de la Barnevernet, que sigue recomendando el alejamiento de los niños respecto a su madre biológica. Apoya sus argumentos en el hecho de que tras cuatro años los niños ya se han habituado a sus nuevos padres.