Los sistemas políticos de Bolivia, Ecuador y Perú son analizados en Hradec Králové
El profesor ecuatoriano Simón Pachano dictó la semana pasada en la Universidad de Hradec Králové una serie de conferencias agrupadas bajo el título ‘Problemas de la Democracia en Bolivia, Ecuador y Perú’. En entrevista para Radio Praga analizó la situación política de dichos países.
Como especialista en la política comparada de estos tres países, Pachano dedicó el seminario a la descripción de sus sistemas políticos y al establecimiento de las características propias que han hecho que cada uno, a pesar de contar con una herencia cultural muy similar, haya tomado caminos diferentes e incluso contradictorios.
Concretamente, Ecuador y Bolivia, en la onda revolucionaria del Socialismo del siglo XXI, han establecido un modelo personalista en lo político, socialista en lo económico y de fuerte contenido social, mientras que Perú destaca por su apertura económica y su apuesta decidida por el sistema liberal. En opinión de Pachano, esto se debe en primer lugar al hartazgo de los peruanos con las opciones políticas radicales.
“Perú vivió un periodo muy fuerte de violencia política en la década de los 80 y en la de los 90, cuando hizo su aparición Sendero Luminoso. Y luego tuvo un periodo de autoritarismo también muy fuerte con los gobiernos de Fujimori. Ninguno de estos factores estuvo presente en los otros países. Esto puede generar, digámoslo así, un trauma en la población peruana en cuanto a la política, en cuanto a opciones extremas. Y me da la impresión de que en Perú hubo precisamente un rechazo a opciones de cambio fuerte después de que se salió de Fujimori”.
Los tres países tienen en común el haber pasado por una crisis de partidos que prácticamente acabó con las formaciones políticas tradicionales. Sin embargo, mientras que en Perú los partidos resucitaron, en Ecuador y Bolivia fueron sustituidos por los liderazgos de Rafael Correa y Evo Morales. En Perú no se daban las características necesarias para el surgimiento de un líder de masas, según Pachano.“Rafael Correa tiene una serie de elementos a su favor, por ejemplo una formación académica que le permite entender un poco mejor los procesos políticos y económicos. Tuvo el apoyo de fuerzas organizadas, sobre todo de izquierda. Y en el caso boliviano Evo Morales tuvo el apoyo de sectores organizados muy fuertemente. Su partido, el Movimiento al Socialismo, es una expresión social muy importante, conformada durante largos años, que no es el caso del movimiento nacionalista de Ollanta Humala”.
Los tres países andinos se hallan en pleno desarrollo y las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional para este año confirman la tendencia de la última década, con un aumento del PIB para Perú del 6,3%, para Bolivia del 4,8% y para Ecuador del 4,4%.
Aunque estos países comparten la exportación de recursos naturales como principal fuente de crecimiento, cada uno ha tomado un camino diferente hacia el desarrollo. Mientras que Perú ha optado por abrir su economía al máximo, sobre todo para facilitar la llegada de inversión extranjera, Ecuador se sitúa en el lado opuesto, como prosigue Pachano.
“Hay intentos, sobre todo en Ecuador, de impulsar el modelo cepalino, el que lanzó la CEPAL, la Comisión Económica para América Latina, en los años 50-60, que es el de sustitución de importaciones. Ecuador está decidido a ir por ese camino, pero asentándose previamente en la extracción petrolera y en la minería, que es la nueva actividad que se está abriendo. Bolivia y Perú están impulsando la minería y la extracción de gas, sobre todo gas en Bolivia, pero no con un proyecto muy claro de sustitución de importaciones. Por lo tanto ellos no han tomado medidas como las del presidente Correa en Ecuador, de proteccionismo, de limitación de importaciones”.Sin embargo, a juicio de Pachano, este proyecto de desarrollo, y el crecimiento económico de Ecuador en general, es frágil. Aunque se está generando una industria propia, la mayor parte de la mano de obra sigue empleada en la agricultura o en la economía sumergida, y el crecimiento continúa basado en circunstancias coyunturales.
“Si bien la producción petrolera en Ecuador ha reducido su proporción dentro del presupuesto general del Estado, sigue siendo muy importante en cuanto a dinamizador de la economía. El momento en el que esto no sea así, ya sea porque bajen los precios del petróleo o porque haya cualquier eventualidad que signifique menor exportación de petróleo, creo que la situación podría ser muy grave. El problema es que un modelo político como el que está impulsando el presidente Correa requiere de muchos recursos económicos. Es decir, requiere de un gasto público muy grande, y eso no necesariamente es sustentable”.
Siguiendo con Ecuador, la gestión de Correa continúa teniendo la aprobación de la mayoría de los ecuatorianos, que en las pasadas elecciones presidenciales de febrero lo reeligieron sin que fuera necesaria una segunda vuelta. Al mismo tiempo, en los simultáneos comicios legislativos, Alianza PAIS, la formación de Correa, consiguió mayoría de tres tercios en la Asamblea Nacional.La favorable situación política le permitirá a Correa profundizar en su modelo económico, concretamente a través de dos cambios legislativos, según comenta Pachano.
“Posiblemente una ley de aguas, que tendería a controlar de alguna manera el agua de riego y en general el agua vinculada a los sectores económicos. Y posiblemente algún tipo de apertura para la minería en gran escala, que en este momento tiene obstáculos constitucionales. La propia constitución que se aprobó por iniciativa del presidente Correa tiene mucho componente verde. Uno de ellos es que pone obstáculos para la minería a gran escala y actividades de ese tipo”.
El cambio constitucional, aunque posible gracias a la mayoría absoluta de la que dispone Correa, supondría el enfrentamiento con sectores ambientalistas e indigenistas, que actualmente apoyan al presidente, con lo que se provocaría una nueva vuelta política en el país.
En cuanto al reciente fallecimiento de Hugo Chávez, Pachano no cree que afecte a la dinámica interna de Ecuador y Bolivia, pero sí que tendrá consecuencias en cuanto a las organizaciones internacionales ALBA y UNASUR, donde el liderazgo de Chávez tenía un papel preponderante.