Los pequeños comercios checos están en riesgo por la competencia de las grandes superficies
Un estudio realizado por Nielsen revela que los últimos 15 años han sido muy malos para los pequeños establecimientos checos. Mientras que en el año 2000 había más de 10.600 tiendas, ahora esta cifra se ha reducido a una tercera parte. Los culpables de este descenso son los hipermercados y los supermercados, nuevos comercios que han cambiado las pautas de consumo de los checos.
Pero Výškov no es el único lugar donde se están cerrando comercios locales, sino que esta situación es extrapolable al resto del país. Lucie Kultová es testigo de esta transformación, ya que tuvo que cerrar el pequeño establecimiento que tenía en Bdín, un municipio situado al oeste del país.
Lucie recibió el apoyo del ayuntamiento de Bdín -quien incluso renunció a cobrar el alquiler del local-. Sin embargo, el número de clientes de Lucie era escaso, ya que la mayoría de los habitantes del pueblo preferían hacer un viaje de 15 Km para ir hasta el supermercado.
Ir a uno de estos grandes comercios se ha convertido en una solución ideal para comprar todo lo necesario. Así pues, mientras que los comercios locales han sufrido un descenso de popularidad, las grandes superficies están viviendo un momento de expansión que está acabando con los establecimientos tradicionales. Según el estudio de Nielsen, en el año 2000 había 900 supermercados en el país de entre 400 y 2499 metros cuadrados: hoy esta cifra asciende a poco más de 1350 metros cuadrados.
Por otra parte, el número de hipermercados en el país se ha triplicado desde el año 2000: de este modo, si hace catorce años la República Checa tenía 68 hipermercados, ahora el país cuenta con un total de 309 hipermercados.
En Čáslav, una localidad situada en la región de Bohemia Central, tan sólo hace un año desde que se abrió su primer hipermercado. Una familia del pueblo que tiene un pequeño comercio asegura que ha visto disminuir sus ventas hasta un 50%.
Y es que las estadísticas dicen que tan sólo el 12% de los checos prefieren ir a comprar en los pequeños comercios. De este modo, la situación de las tiendas locales checas se halla en una incertidumbre total.