Los famosos Caballos de Alazán Dorado de Chlumec se criaban en el palacio Karlova Koruna
El palacio Karlova Koruna, en la ciudad de Chlumec nad Cidlinou, Bohemia Oriental, es uno de los monumentos históricos poseídos en la República Checa por los hermanos Pio y Giovanni, descendientes de una antigua estirpe noble, los Kinský. El palacio se hizo famoso por la cría de los caballos de Alazán Dorado de Chlumec, raza equina destinada a carreras hípicas.
"Los Kinský lo construyeron como su sede veraniega más representativa. La estirpe de los Kinský constaba de cuatro ramas, aunque dos se declararon alemanas más tarde, dos permanecieron fieles a su origen checo. Y precisamente una de las ramas checas poseía el palacio Karlova Koruna".
Los Kinský residieron en Chlumec nad Cidlinou hasta el año 1948, cuando los comunistas les confiscaron sus bienes. Sin embargo, Eva Bohácková explica que ésta no fue la única adversidad que acosó a los Kinský en el siglo XX.
"En 1939, Zdenko Radslav Kinský figuró entre los aristócratas checos que protestaron contra el Tratado de Munich y la ocupación de las zonas fronterizas de Checoslovaquia por Hitler. Para el Tercer Reich, los Kinský se convirtieron en enemigos y, tras la creación del Protectorado de Bohemia y Moravia, los nazis impusieron la administración obligatoria sobre el palacio Karlova Koruna".
Con excepción del período comprendido entre los años 1948 y 1992, Karlova Koruna siempre ha sido propiedad de los Kinský."Bajo el antiguo régimen comunista, el palacio albergó una exposición permanente de la Galería Nacional, pictórica y escultórica, dedicada al barroco. Cuando en 1992 les fue restituido Karlova Koruna, los Kinský instalaron una nueva exposición que documenta la historia de su estirpe, cuyas raíces se remontan al siglo trece".
Eva Bohácková matiza que los Kinský han tenido suerte. El palacio se les devolvió en buen estado y eso, gracias precisamente a la mencionada exposición de la Galería Nacional. Muchos otros palacios quedaron peor, cuando los comunistas hicieron de ellos cuarteles, graneros, almacenes o residencias para obreros.
"En 1992, Karlova Koruna fue devuelto al hijo del último propietario, Norbert Kinský. Seis años más tarde, Norbert lo entregó a sus dos hijos, Pio y Giovanni. Los hermanos poseen en la República Checa también el castillo gótico, Kost, que heredaron de su madre, Anna María Netolická. Su madre provenía de la nobleza italiana Dal Borgo".
En Karlova Koruna reside el hermano mayor, pero los dos viajan muy a menudo entre la República Checa e Italia, donde los Kinský poseen otros bienes de su familia.
El palacio de Chlumec nad Cidlinou se llama Karlova Koruna, la "Corona de Carlos". La guía Eva Bohácková explica ¿por qué?
"Porque en el año que terminó su construcción, 1723, tuvo lugar en Praga la coronación del emperador austríaco, Carlos VI, rey bohemio. Tras ser coronado, Carlos VI visitó el palacio de Chlumec nad Cidlinou. Fue un gran honor para Frantisek Ferdinand Kinský, quien en homenaje al emperador denominó su sede la "Corona de Carlos".
Pero ésta no es la única explicación. El palacio tiene un plano especial que, desde la vista aérea, recuerda una corona.
Eva Bohácková dice que bajo los Kinský, Karlova Koruna vivía un auge permanente.
"Un gran momento fue, por supuesto, la visita del emperador Carlos VI. Pero veinte años más tarde, en 1743, lo visitó también su hija, la emperatriz María Teresa. El entonces propietario, Leopold Kinský, mandó confeccionar para ella un valioso palanquín, que se puede ver en la exposición".
Pero Karlova Koruna está vinculado con muchas más personalidades destacadas. "No olviden que los Kinský ocuparon altos cargos en la administración estatal y su palacio fue uno de los centros importantes del acontecer", puntualiza Eva Bohácková.
Refiriéndose a lo que los visitantes pueden ver en Karlova Koruna, la guía recuerda que los Kinský fueron conocidos sobre todo por la cría de la raza equina destinada a las carreras hípicas, Caballos de Alazán Dorado de Chlumec.
"Exponemos un sinnúmero de sillas de montar, una, para las mujeres, tiene incluso la punta para el zapato femenino. Hay aquí embocaduras, fustas y muchos objetos decorativos y de uso cotidiano con motivos equinos. En fin, en toda la exposición palpita el amor de los Kinský hacia los caballos".
El mayor mérito por la cría de los Caballos de Alazán Dorado de Chlumec lo tiene Oktavián Kinský, de mediados del siglo XIX. Se trata de caballos alazanes con la crin o blanca o negra. Eva Bohácková explica que se les apoda también "oro galopante" porque en el sol, brillan como oro. Fueron criados con fines netamente deportivos.
"Oktavián Kinský fue uno de los fundadores, en 1874, de la Gran Steeplechase de Pardubice. El predecesor de esta carrera, la más vieja y difícil del Viejo Continente, fue la Gran Steeplechase de Chlumec, organizada precisamente por Oktavián. Su obstáculo más difícil fue el mismo río Cidlina que pasa por la ciudad de Chlumec nad Cidlinou".
Oktavián Kinský fue un promotor incansable de las carreras hípicas al estilo inglés, en las tierras checas. Fue un jinete experimentado que en Inglaterra participaba en numerosas batidas. Empezó a organizarlas también en sus dominios, aplicando estrictamente las reglas inglesas."La afición de Oktavián por la equitación fue tan enorme que él incluso subía a la primera planta de su palacio montando a caballo. Allí, en la Sala de Mármol, solía dar unas vueltas bajando por la escalera, adaptada especialmente para el caballo".
Varios caballos de la cría de los Kinský ganaron la Gran Steeplechase de Pardubice. Entre ellos, en 1947, la yegua Norma. La montó Lata Brandýsová, pariente próxima de la estirpe y la única mujer que hasta el presente ganó esta difícil carrera.
Los Caballos de Alazán Dorado de Chlumec se crían hasta hoy en día. No directamente en el palacio Karlova Koruna, sino en la cercana yeguada de Ostrov. De estos caballos dispone asimismo la yeguada de Kladruby, de fama mundial por su raza equina Kladruber. Pero los Caballos de Alazán Dorado de Chlumec los podemos encontrar en varias crías de Europa.