Los discapacitados y los mendigos quieren trabajar pero no hay dónde

Foto ilustrativa: Comisión Europea

Encontrar trabajo es bastante complicado actualmente en toda Europa y más todavía si lo buscan personas discapacitadas o sin hogar. El Gobierno checo prepara un proyecto de ley que persigue ayudar en la búsqueda de trabajo a los mendigos, los impedidos y también a ex reclusos.

Foto ilustrativa: Comisión Europea
El Gobierno de coalición checo se trazó la tarea de ayudar al desarrollo de las llamadas empresas sociales, que ayudan al Estado a reducir el índice de desempleo entre las personas discapacitadas, las que abandonan la cárcel al cumplir su pena o las que viven en la calle. El Ejecutivo elabora un nuevo proyecto de Ley de Empresa Social.

La mayoría de las personas socialmente marginadas recibe con gran alegría la posibilidad de poder integrarse al proceso laboral, además que ello trae beneficio también a la economía nacional, afirma Petra Francová, directora de la organización P3 (People, Planet, Profit), que ayuda al desarrollo de las empresas sociales.

Petra Francová,  foto: archivo de P3
”La creación de empresas sociales debería ser concebida más bien como una ayuda, un servicio al Estado. Para el país resulta mucho más provechoso y efectivo si las personas aisladas socialmente trabajan, ya se trate de minusválidos, mendigos o ex reclusos, y no se quedan en casa recibiendo ayudas sociales”.

El número de empresas y otras compañías que ofrecen trabajo precisamente a este grupo de personas va en aumento últimamente. Actualmente existen en el país unas 200, de las que 50 surgieron en el curso de los últimos seis meses. Eso se debe entre otros factores a la ayuda financiera que para la creación de las empresas sociales es concedida de los Fondos Europeos.

En caso de emplear posteriormente a personas discapacitadas, estas empresas obtienen también mensualmente una determinada cantidad de dinero por parte de la Oficina de Trabajo a modo de contribución salarial para el impedido.

Las empresas sociales operan en especial en el sector de servicios de jardinería, limpieza, el comercio al por menor, o la alimentación. Sin embargo, tras establecerse esa compañía, tiene que ser capaz de hacer frente a la competencia en el mercado nacional, y ello suele ser bastante difícil. Además, los bancos no muestran mayor disposición a brindar préstamos a este tipo de empresas. Semejantes problemas quiere tratarlos la nueva Ley de Empresa Social, indica Alena Ziglerová, del Departamento Social de la Oficina del Gobierno.

Foto ilustrativa: Comisión Europea
“La ley quiere ayudar a superar las diferencias entre el funcionamiento de empresas sociales y las, digamos ‘normales’. Queremos ofrecer a las empresas sociales mejores condiciones en el acceso a las licitaciones públicas por ejemplo y brindarles asimismo ciertas rebajas impositivas”.

Las empresas sociales son muy importantes desde el punto de vista socio-laboral. Se calcula que en la República Checa hay por ejemplo unas 30.000 personas sin hogar, de las que trabaja una de cada tres. Sin embargo, en caso de estar en la calle sin empleo más de 5 años, los mendigos pierden la motivación para trabajar, y no sólo ellos.

Las empresas sociales en Chequia emplean mayormente a personas discapacitadas. Éstas representan el 67% de todos sus trabajadores. El 28% lo ocupan personas que han estado largo tiempo sin trabajo, el 12% representantes de las minorías étnicas, y el 9% los sin casa o ex reclusos.