Los checos son los mayores consumidores mundiales de cerveza
La temporada turística del presente año en la República Checa ha demostrado que el turismo no ejerce sobre el consumo de cerveza tanta influencia como se pensaba. En el pasado mes de setiembre, cuando debido a las inundaciones llegó a la República Checa un número mínimo de turistas extranjeros, el consumo de cerveza subió incluso un 12 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior.
La temporada turística del presente año en la República Checa ha demostrado que el turismo no ejerce sobre el consumo de cerveza tanta influencia como se pensaba. En el pasado mes de setiembre, cuando debido a las inundaciones llegó a la República Checa un número mínimo de turistas extranjeros, el consumo de cerveza subió incluso un 12 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior.
Los checos sustentan desde hace varios años el récord mundial en consumo de cerveza per cápita. La interrupción temporal de la producción de algunas fábricas de cerveza causada por las inundaciones no consiguió arrebatarles la primacía. Los checos siguen bebiendo en media 160 litros per cápita, mientras que los alemanes, en segunda posición, consumen 30 litros menos.
Los checos se han convertido en campeones mundiales absolutos tan sólo tras la división de Checoslovaquia en 1993. Antes ocupaban el primer puesto los alemanes. El presidente de la Unión Checa de Cervecerías y Malterías, Jan Veselý, explica que en la República Checa hay incluso regiones, como Bohemia Occidental o la comarca de Ostrava, donde el consumo anual se sitúa en 200 litros de cerveza per cápita.
La mitad del consumo récord de 160 litros per cápita corresponde en la República Checa a la cerveza de diez grados y el resto a la de doce grados.
En el país se registra también otra particularidad: a diferencia de todos los demás países cerveceros, en la República Checa viene bajando sin cesar el consumo de cerveza embotellada y aumenta el de la que se sirve de los barriles. Los amantes de la cerveza prefieren disfrutarla en un bar en vez de consumirla embotellada en casa.