Los checos son cada vez menos solidarios
La disposición de los ciudadanos checos de ayudar a sus conciudadanos afectados por una catástrofe natural es cada vez menor. Las organizaciones humanitarias consideran que ello se debe, en gran medida, al proyecto del Gobierno de introducir un impuesto de inundaciones.
Según organizaciones humanitarias nacionales la creciente indiferencia de los ciudadanos se debe a que los desastres naturales se presentan cada vez con mayor frecuencia en los últimos años y afectan a cada vez más personas. Además, los analistas consideran que más del 70 por ciento de los checos dejó de ayudar en reacción al proyecto del Gobierno de introducir un impuesto de inundaciones.
Este gravamen sería de unos cuatro euros al mes y serviría para paliar los daños de las riadas. El Ministerio de Finanzas prevé que el Estado recaudaría más de 180 millones de euros al año. Sin embargo, el primer ministro, Petr Nečas, señaló este domingo en la Televisión Checa que hay que ver todavía si esa medida sería oportuna.”No estoy del todo convencido si ese impuesto sería la mejor manera de crear una reserva financiera para paliar las consecuencias de las catástrofes. Temo que violaríamos las promesas dadas a los electores de no incrementar los impuestos a los salarios. Hay que debatir ese tema todavía y buscar otra eventual forma de cómo ayudar a los damnificados”.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, insiste en que el impuesto de inundaciones es el único camino para asegurar una futura ayuda financiera suficiente del Estado a los afectados por las catástrofes naturales.”Me sorprende la postura del primer ministro, ya que hace unas dos semanas el Gobierno dio su respaldo a la introducción del impuesto de inundaciones. La medida ha sido aprobada también por los líderes de la coalición gubernamental y ahora hay que ver entonces si esos acuerdos serán respetados”.
Las organizaciones humanitarias temen que, en caso de que el Gobierno imponga el impuesto de inundaciones, los checos podrían dejar definitivamente de enviar dinero a las cuentas destinadas a paliar los daños de las catástrofes naturales. La reacción se puede ver en una colecta pública para Pakistán, afectado por inundaciones desastrosas. En ayuda a ese país los ciudadanos de Chequia han reunido hasta el presente sólo 120.000 euros, la menor cantidad en la historia.