Los animales regresan a las urbes checas

Paloma torcaz

Los animales regresan a las urbes checas, reconquistando los espacios que les habían pertenecido. Polluelos de halcón salieron de los huevos en un nido, ubicado en una de las torres de la iglesia de Týn, en el pleno corazón de la reserva histórica urbana de Praga. También la ciudad de Pilsen tiene sus halcones, en la torre del templo de S. Bartolomeo. Y en los barrios periféricos de Praga, martas perturban el sueño de los vecinos.

Paloma torcaz
Una antigua leyenda checa narra que en el llamado Monte de Urraca, allí donde hoy en día tiene su sede en Praga la Televisión Checa, el recio caballero Bivoy capturó a un jabalí, se lo echó a la espalda y en el palacio del príncipe, en la colina de Vysehrad, ofreció el temible animal a la dama de su corazón, la princesa Kazi.

No extraña que los jabalíes aún hoy en día se paseen de vez en cuando por el territorio de la capital checa, intentando recuperar su dominio.

Me parece que estás aludiendo a la visita de una familia de jabalíes al estadio Na Julisce. Los animales llegaron a las instalaciones deportivas atraídos por los sabrosos gusanos que proliferaban precisamente debajo del césped del campo de fútbol. Lo revolvieron, comieron sus golosinas y se retiraron sin provocar más desórdenes.

Este pintoresco episodio apoya la tesis de los zoólogos de que en los últimos años los animales regresan a las urbes checas. La nidificación del halcón en las torres de la iglesia de Týn en Praga y del templo de S.Bartolomeo, en Pilsen, quizás simbolice mejor el regreso de los animales a las ciudades. Los halcones no nidificaban en la República Checa prácticamente desde los años 50 cuando casi acabaron con ellos el DDT y el ensañamiento de los cazadores contra esta rapaz.

A su vez, la instalación de depuradoras en el río Vltava,y sobre todo de las que depuran las aguas residuales de las fábricas de papel han propiciado el regreso de un animal que me encanta: la nutria. Las manifestaciones de su presencia- pescado muerto y huellas de sus patitas -pueden verse hoy en día hasta en la capital de Bohemia del Sur, Ceské Budejovice.

Los praguenses comparten el espacio urbano con las martas que tienen una especial predilección por los desvanes. Se estima que en la capital checa viven miles de martas, animales que poseen una curiosa característica: les gusta hacer ruido.

Cuando un grupo de martas juega en un desván con una lata, los moradores del inmueble piensan que en la casa hay un poltergeist. Una vecina del barrio de Sporilov, atormentada por los ruidosos juegos de estos traviesos animales que no la dejaban conciliar el sueño, recurrió a las autoridades municipales de Praga solicitando que la liberasen de los desmandos de estos descarados animalitos.

Los zoólogos vaticinan que en un futuro próximo puede ser problemática también la coexistencia de los praguenses con los zorros...

Sí, es previsible que los zorros colonicen Praga al igual que Zúrich. Perspectiva no del todo tranquilizadora ya que, a pesar de la vacunación, siempre existe el peligro de que alguno de los animales sea portador de la rabia.

Una marta,  foto: 4028mdk09,  CC BY 3.0 Unported

Vuelven a reconquistar los espacios urbanos también varias especies de aves. Los cuervos visitan frecuentemente los barrios periféricos de Praga, pero algunos anidan al pie de la torre de televisión en el barrio praguense de Zizkov...

A Praga regresan los cernícalos. Una de estas rapaces anida en el areal del hospital universitario de Motol, otra ha optado por establecerse en la palomita sobre la letra C en el gigantesco letrero de una sucursal de la Caja de Ahorros Checa en uno de los barrios capitalinos.

En la capital checa conviven con nosotros también gavilanes,busardos, cotorras, palomas torcaces, mochuelos y búhos. Buena compañía.