Loreto de Hájek
En los siglos 17 y 18 surgió en las tierras checas un gran número de réplicas de la Santa Casa de Loreto. En esta edición visitaremos el Loreto de Hájek, situado a 20 kilómetros al oeste de Praga.
El Loreto de Hájek es una de las primeras réplicas de la Santa Casa de Loreto, levantadas en el siglo 17 en las tierras checas. Fue fundado incluso un poco antes que el Loreto de Praga, el más famoso y más visitado de los Loretos de Bohemia y Moravia.
El Loreto de Hájek, situado en medio de un pequeño bosque, entre los pueblos de Unhost y Jenec, al oeste de Praga, fue fundado en 1623. En las pasadas centurias, Hájek fue centro de un intenso culto mariano y célebre lugar de peregrinaciones. Debe su nombre al bosque que lo rodea. "Hájek" significa en español BOSQUE". Una leyenda relata cómo fue plantado ese bosque, isla de verdor en medio de campos de cultivo.
En la llana campiña crecían sólo dos robustos y viejos árboles: una encina y un cerezo. Sus espesas copas proporcionaban protección a los campesinos y a los forasteros durante los agobiantes calores e inesperados chubascos. Solía visitar el idílico rincón también el dueño del feudo, el conde de Zdár. Fue él quien en 1589 mandó plantar en el lugar un bosque de pinos y encinas y rodearlo por fosos.
El bosque crecía con vigor, pero en sus ramas no se posaban los dulces ruiseñores sino bandas de aves dañinas que destrozaban los cultivos. Todos los intentos de exterminarlas fracasaban y los pobres campesinos ya se negaban a sembrar los campos.
El afligido conde de Zdár imploró ayuda a Dios. Y ella vino en forma de un temporal de granizo y lluvia torrencial que acabó con las aves dañinas. Ninguna de ellas volvió a atormentar a los campesinos, dice la leyenda.
La historia, registrada en las crónicas, difiere bastante de la leyenda. En 1623 el conde Jetrich de Zdár fundó en Hájek un Loreto. Las obras fueron iniciadas poco tiempo después de que el conde regresara con su esposa del lugar de peregrinaciones de Loreto, en Italia.
El conde de Zdár se había desplazado a Italia por prudencia cuando estallara en 1618 la insurrección de los estamentos checos contra la Casa de los Habsburgo. La pareja viajó a Italia también para rogar a la Virgen del Loreto el nacimiento de un descendiente varón.
La construcción del santuario fue una acción de gracias por el feliz retorno a la patria y un nuevo ruego de que naciera un hijo varón, deseo que la pareja vería cumplido en 1624.
Para levantar el Loreto de Hájek, los constructores tenían a su disposición sólo los datos sobre la Santa Casa de Loreto en Italia que conservaron en su memoria el conde de Zdár y su esposa. Una vez terminado, el santuario fue consagrado, el 2 de julio de 1625, por el arzobispo de Praga. Tan sólo después de este acto fue plantado en torno a la Santa Casa un bosque, dicen las crónicas.
El núclero de cada Loreto es una construcción baja, de una planta, con tejado plano y sin ventanas. Es la Santa Casa o Casa de Loreto o de Nazaret. Según la tradición cristiana, es la réplica de la casa en que residía en Nazaret la Virgen María con el Niño Jesús y San José.
Tras la toma de la Tierra Santa por los musulmanes, a finales del siglo 13, los ángeles habrían trasladado milagrosamente la casa de la Virgen a Europa, primero a la costa de Dalmacia, después a un bosque en las afueras de la ciudad italiana de Ancona y finalmente a Loreto que se convertiría en lugar de peregrinaciones para todo el mundo católico. En los siglos 17 y 18 las réplicas de la Santa Casa de Loreto surgían en el territorio checo una tras otra.
Para que correspondiera lo más fielmente posible al modelo italiano, el Loreto de Hájek fue en 1630 construído prácticamente de nuevo. Obras de gran envergadura se iniciaron en Hájek en la segunda mitad del siglo 17 después de que el conde Frantisek de Zdár decidiera entregar la administración del lugar de peregrinaciones a monjes franciscanos.
En torno a la Santa Casa empezó a lenvatarse un monasterio barroco de cuatro alas, con una torre en el lado este y con un claustro en el que había varias capillas.La obra iniciada en 1663 por los arquitectos Carlo Lurago y Giovanni Domenico Orsi, fue terminada en 1684 por Francesco Anselmo Lurago.
En la época de la Ilustración, los funcionarios del emperador José II ordenaron a los franciscanos abandonar el monasterio, pero acabó por no ser cerrado y continuaba sirviendo a fines religiosos.
El Tesoro del Loreto de Hájek corrió la misma suerte que los Tesoros de los demás Loretos checos, con excepción del de Praga: a finales del siglo 18 y durante las guerras napoleónicas se dispersó, sirviendo para tapar los agujeros en las finanzas del imperio austríaco del que las tierras checas formaban parte. Nada quedó del Tesoro de Hájek en el que había, además de objetos litúrgicos, también regalos votivos, donados por los peregrinos en señal de su agradecimiento por la cura de sus males. El erario fundió todos los ojos, corazones, brazos, pechos y cabezas de plata donados por los peregrinos agradecidos.
Al Loreto de Hájek se dirigían en las pasadas centurias masas de peregrinos. Para aumentar la fama del lugar, los religiosos propalaban numerosas leyendas sobre los milagros obrados por la Virgen del santuario local. A Hájek peregrinaron los más altos representantes de la Casa de los Habsburgo y dignatarios eclesiásticos.
Las más célebres procesiones a Hájek eran las organizadas desde Praga. Para sus peregrinos fueron construídas en el trayecto de 20 kilómetros entre el monasterio de Strahov, de Praga, y el Loreto de Hájek, 20 capillas con frescos de la vida de la Virgen María y de San Francisco de Asís. Las capillas, levantadas entre 1720 y 1726, servían tanto para las meditaciones como para el descanso de los peregrinos.
Por la incuria del régimen comunista, nueve de las capillas desaparecieron. Las restantes empezaron a restaurarse en la pasada década. A lo largo del trayecto de la peregrinación de Praga a Hájek fueron plantadas en la última década 120 tilos.
Tras la caída del totalitarismo regresaron al monasterio de Hájek los franciscanos que encontraron el conjunto del Loreto muy deteriorado. Es que en los años 50 del siglo pasado el monasterio fue utilizado para el confinamiento de sacerdotes y después fue entregado al Ejército que devastó sus recintos. Uno de los primeros Loretos checos espera su restauración.