Localidades de exclusión social, un tema palpitante para Chequia
La solución al problema de las localidades de exclusión es una asignatura pendiente desde hace tres décadas.
La lucha contra los llamados “comerciantes con la pobreza”, o sea, dueños de casas, que en general se encuentran en mal estado, y son habitadas por personas en dificultades económicas, es uno de los temas que busca solucionar el Gobierno en dimisión.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales está preparando una enmienda a la Ley de Prestaciones Sociales, en lo referente a los subsidios a la vivienda. La intención es de hacer más estrictas las condiciones para poder recibir tal subsidio.
Sin embargo, Martin Šimáček, director del Instituto para la Inclusión Social, sostiene que este cambio afectaría a un gran número de personas que dependen del subsidio, pero no viven en las localidades de exclusión.
“La situación se empeoraría. Y no solamente en las localidades de exclusión. Unos 250.000 hogares checos reciben subsidios a la vivienda. Muchos de ellos se encuentran en riesgo de pobreza, pero no viven en las localidades de exclusión. A estas personas se les bajaría el subsidio, o se les quitaría en su totalidad”.Según la enmienda, una familia así tampoco podría tener dinero ahorrado, ya que si lo tuviera, no se le hubiera otorgado el subsidio. Otras personas en peligro son los jubilados o los discapacitados.
El problema de la vivienda de las personas en dificultades económicas es un asunto que no se ha ido solucionando en Chequia durante largos años, sigue Šimáček.
“En los años 90, los Gobiernos no se preocuparon de este tema. Posteriormente se volvió un instrumento del populismo. Hemos visto muchas veces en las declaraciones programáticas de los Gobiernos a lo largo del tiempo que se iba a solucionar con tal y tal restricción. Sin embargo, nunca se ha llegado a una solución de mayor importancia”.
Una nueva Ley de Prestaciones Sociales es uno de los principales factores que influyen en el asunto de la vivienda social. Cualquier restricción de las prestaciones sociales destinadas a la vivienda afectaría primero a los más vulnerables, en este caso a las familias con muchos niños. Por eso sería imprescindible tratar la problemática de la vivienda social antes de aplicar estas restricciones.
Además, todo el asunto está estrechamente vinculado también con el desempleo, ya que la mayoría de las personas que viven en las localidades excluidas no tienen trabajo.