Lo más sagrado de la lengua checa

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En esta ocasión, nuestro curso de checo se inclina por lo religioso, en concreto lo católico. Con la mirada puesta en el cielo, enumeramos y explicamos, de forma ligera pero respetuosa, la versión checa de curas, monjas, pecados, arrepentimientos y oraciones.

Foto: Kristýna Maková
¿Qué haces tan concentrado, Carlos?

Estoy rezando–modlím se. ¿Es que no se ve?

Así que al final no perdiste la fe–neztratil jsi víru.

La verdad es que me preparo para tratar en el programa de hoy el vocabulario religioso.

Entonces hablaremos hoy de religión–náboženství.

Sí, y en particular de la Iglesia Católica–katolická církev-, ya que es la religión mayoritaria de nuestros oyentes y también de los checos. O al menos de los checos que siguen creyendo–kteří jsou stále věřící.

A mí lo que me llama la atención del catolicismo es lo bien organizado que está. En las otras religiones nunca sé quién manda.

Es verdad, casi parece una empresa. Arriba del todo está el Papa–papež-, y por debajo toda una serie de escalafones, por ejemplo los arzobispos–arcibiskupové- y los obispos–biskupové.

Y luego está el clero regular. Los monjes–mniši- y monjas–jeptišky-, que viven en monasterios–v klášterech. Un monjemnich- lleva una vida aparte de la sociedad y tiene que cumplir unos votos–sliby-, como por ejemplo el voto de castidad-slib čistoty.

Una vida aparentemente dura, pero que ahorra muchas preocupaciones. Pero bueno, la gente con el que tiene contacto es con el sacerdote–kněz-, al que también podemos llamar párroco–farář-, cuando está a cargo de una parroquia–fara.

¿Tú vas a la iglesia, Carlos? –Chodíš do kostela? Por cierto, hay que fijarse que Iglesia como organización es církev, y como edificio kostel.

Estuve en mi bautismo–křest-, pero poco más. ¿Me estoy perdiendo algo?

Mira que eres descreído. Sí que te pierdes cosas, y si quieres te las enumero.

Encantado. ¿Qué se puede hacer en una iglesia?

Se puede ir a misa–jít na mši-, a rezar–modlit se- o, por ejemplo, a confesarse–vyzpovídat se.

Ahora me dirás que tú te confiesas–zpovídáš se- todos los días.

Y tú deberías hacer lo mismo. Seguro que arrastras una larga ristra de pecados–hříchy- y que te remuerde la conciencia–hryže tě svědomí.

Es cierto, lo reconozco... ¿Te gustaría oírlos?

Ah, así que te arrepientes–kaješ se. Ahora es demasiado tarde.

¿Significa eso que no iré al cielo? –do nebe.

Al infierno–do pekla- de cabeza, Carlos. No hay remedio. O quizás sí, si me demuestras que eres un buen cristiano–dobrý křest’an.

Haré lo que sea.

Pues a ver si conoces la Biblia–jestli znáš Bibli. Respóndeme. ¿A qué edad murió Jesucristo–Ježíš Kristus?

¿Qué es esto? ¿El concurso de Conozca algo interesante? A los 33.

¿Y dónde?

En una cruz–na kříži.

Claro, ¿pero en qué lugar?

En Jerusalén–v Jeruzalémě.

¿Y con quién estaba?

Las versiones difieren, pero seguro que estaba su madre, la Virgen María–Panna Marie.

No está mal para ser un pagano –bezbožník. Y ahora prueba de checo, con la palabra más importante de la lección de hoy, que además es irregular.

¡Oh, Dios mío! –Pane Bože!- Te estás refiriendo al Señor–Pán-, es decir, a Dios–Bůh.

Foto: Justyna Furmanczyk / Stock.XCHNG
Zaplat’ panbůh!–¡Gracias a Dios!- Por fin comprendes algo. Estoy segura de que en el fondo crees en Dios–věříš v Boha.

Creo... Creo en las diosas–věřím v bohyně- que caminan por Praga este verano.

No tienes solución.

Vamos, sabes que no soy ningún santo–nejsem žadný svatoušek.

Autor: Carlos Ferrer
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