Leyendas del Puente de Carlos

Puente de Carlos
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En esta lección nos sumergiremos en el mundo de las leyendas. Nos dirigiremos con Uds. a uno de los monumentos más visitados de Praga: al Puente de Carlos - Karlův most -, que celebra este año su 650 cumpleaños. Desde tiempos remotos despertaba la fantasía - probouzel fantazii - de los artistas, pero también de la gente humilde - prostý lid - que inventó numerosos cuentos - zkazky - sobre el puente. Preparen sus lápices y cuadernos, empezamos.

Puente de Carlos
Una de las leyendas más conocidas - jedna z nejznámějších pověstí - se refiere a la construcción - stavba - del Puente de Carlos. En el medioevo - ve středověku - se usaban materiales diversos para conglomerar el mortero - tvrdit maltu. La leche - mléko, el requesón - tvaroh, la sangre de buey - volská krev, la hiel - žluč, e incluso la cerveza - pivo y el vino - víno.

¿La cerveza y el vino? ¿No es una pena desperdiciar esas bebidas? Není to škoda?

¿Por qué debería ser una pena? Jakápak škoda? Lo importante era que la construcción perdurara mucho tiempo - aby stavba dlouho vydržela. ¡Mira el Puente de Carlos! Podívej se na Karlův most!¡650 años! Šest set padesát let!

Bueno. No jo. Entonces, ¿qué echaron al mortero en ese caso?

La cal se desagregaba - vápno se rozdělávalo - con huevos crudos.

Syrečky | Foto: Radio Prague International
¿Con huevos crudos? Syrovými vejci?¿Usaban huevos crudos? Syrová vejce?

Así dice la leyenda. Tak praví pověst. Los habitantes de la ciudad real de Velvary - královské město Velvary, situada al noroeste de Praga, enviaron huevos cocidos - vařená vejce, temiendo que se rompieran durante el viaje. Y Unhošť, a 21 kilómetros de distancia de Praga, mandó en vez de leche - místo mléka - queso blando salado - syrečky.

Me imagino que eso provocó muchas risas. Vyvolalo to velký posměch.

Tienes absolutamente la razón. Máš naprostou pravdu.

¿Conoces tú alguna leyenda sobre el Puente de Carlos? Znáš nějakou pověst o Karlově mostu?

Me gusta aquella sobre la bella bañista - sličná lazebnice - llamada Susana - Zuzana, que ayudó al rey Venceslao IV. El rey - král - tuvo una disputa - měl spor - con la nobleza - šlechta. Los nobles - šlechtici - tomaron preso al rey - krále zajali, y lo encerraron en una prisión - zavřeli ho do vězení. Un día - jednoho dne - Venceslao pidió a sus carceleros - věznitele - si podría tomar un baño - vykoupat se, dát si koupel. Los nobles consintieron pensando que estando desnudo - nahý - el rey no podría escapar. Pero no contaron con la bella Susana - s krásnou Zuzanou - que trabajó en el balneario de Moldava - Vltavské lázně, ubicado al pie del Puente de Carlos.

¿Qué hizo? Co udělala?

Prestó al rey una toalla - osušku - para cubrirse, y de otras toallas - z dalších osušek - hizo una cuerda - provaz - por la cual los dos escalaron hacia un barco - sešplhali k loďce - anclado a la orilla del río Moldava - na břehu řeky Vltavy, y huyeron - a utekli.

Aha. Por eso se encuentran en la Torre del Puente del Barrio Viejo los martines pescadores - ledňáčci, emblema del gremio de los bañistas de Praga - znak cechu pražských lazebníků.

Podría ser. Mohlo by být. El martín pescador - ledňáček - fue el signo preferido - oblíbený znak - de Venceslao IV. Simbolizaba la eternidad - věčnost y la inmortalidad - nesmrtelnost.

Según otras fuentes - podle jiných pramenů - fue el símbolo de la fidelidad - věrnost - y del lazo matrimonial - manželské pouto.

Pues, no sé si Venceslao lo sabía también. De todas maneras - každopádně - se dice que tan sólo una persona honesta - poctivý člověk - puede ver todos los cinco martines pescadores en esa torre del Puente de Carlos.

Cuando visiten Praga, pueden probarlo. Až navštívíte Prahu, můžete to zkusit.

¡Hasta la próxima lección de checo!