Las traducciones acercan cada vez más la literatura checa a España

Photo: Eva Turečková

Varios autores checos internacionales situaron a este país en el mapa para muchos lectores de todo el mundo. La recepción de estos autores en España fue el tema de una charla que tuvo lugar este miércoles en el Instituto Cervantes de Praga.

Blanka Stárková y Mercedes Monmany,  foto: Enrique Molina

A pesar de ser un país relativamente pequeño, es innegable que la literatura de la República Checa ha aportado grandes nombres a la historia. Y los autores literarios checos resultan cada vez más familiares para los lectores de otros países gracias a las nuevas traducciones.

Sobre la recepción de estos autores en España se habló este miércoles en el Instituto Cervantes de Praga, en un coloquio que se enmarca en los actos de conmemoración del Centenario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Checoslovaquia y el Reino de España.

Para situarnos es necesario conocer que frente a los casi 500 millones de hablantes nativos que tiene el español, el checo lo hablan 12 millones de personas, por lo que es lógico que los libros de habla hispana sean mucho más traducidos aquí que los checos en España.

Foto: Eva Turečková,  Radio Prague International
No obstante, el español tiene competencia, pues en la República Checa se sitúa como el séptimo idioma más traducido en el ámbito literario, como señaló para Radio Praga Blanka Stárková, una de las participantes, que además de periodista de la Radiodifusión Checa, es una reconocida hispanista y traductora.

Stárková hizo referencia a los datos de las publicaciones hechas entre 2017 y 2018.

“En ese año se publicaron 15 700 títulos, lo que es un poco menos que los años anteriores cuando se editaban unos 17 000 títulos. De ese total, el 36% corresponde a traducciones. Es lógico, porque tampoco nuestro idioma se puede comparar con el español, que hablan unos 500 millones de personas en el mundo. El idioma del que más se traduce es el inglés, esas traducciones del inglés constituyen más de la mitad. ¿Y cuál es la posición del español? El español ocupa actualmente el séptimo lugar, eso corresponde a casi el 2% de los títulos traducidos”.

Aunque el español se encuentra en auge, añadió.

“Seguramente el año próximo la cifra será más alta, porque este año la Feria Internacional del Libro de Praga, a comienzos de mayo, tendrá como tema principal la literatura iberoamericana y se prepara una serie de nuevas traducciones, de nuevos títulos que introducirán en el ambiente checo a nuevos autores todavía desconocidos”.

Nombres clave en la difusión de la literatura checa

Como hemos dicho, es mucho menos frecuente encontrar el caso contrario, traducciones del checo en España. Pero su número no deja de crecer. Tal y como explicó en su intervención Mercedes Monmany, escritora, periodista y crítica literaria española, especialista en literatura contemporánea europea, este fenómeno se está dando en otros países de Europa Central y Europa del Este que vivieron bajo regímenes comunistas.

Jaroslav Seifert | Foto: Hana Hamplová,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 3.0
“No solo la proveniente de la República Checa, sino del resto de la antigua Europa del telón de acero. De Polonia, de Hungría, de la antigua Yugoslavia, de Rumanía, se empieza a traducir de una forma bastante intensa desde los años 90 sobre todo”.

Para Mercedes Monmany, entre las diversas razones que hacen que la influencia de una literatura comience a extenderse se encuentran los grandes nombres de autores de ese país, que provocan que se ponga el foco sobre literaturas menos conocidas.

En el caso de la República Checa, antes Checoslovaquia, considera que existen tres momentos y tres autores clave. El primero de ellos es el Premio Nobel de Literatura recibido por el poeta checo Jaroslav Seifert.

“El Premio Nobel, Jaroslav Seifert. Los premios nobeles siempre tienen como arranque para el interés en otras lenguas extranjeras una importancia trascendental, porque a través de ellos se conoce a otros autores. Si se publican libros de memorias, por ejemplo, en el caso de Seifert, que fueron muy leídas, pues también el público español se introduce en su generación, en esos años”.

Los otros dos autores que considera de mayor relevancia para que la literatura checa se hiciera más conocida en España son Milan Kundera y Bohumil Hrabal, ambos con diversas ediciones y muy traducidos al español.

Para Monmany, a través de ellos conocemos el devenir histórico de una zona de Europa que sonaba muy ajena para los lectores españoles.

“Luego hay dos autores fundamentales, que a través de ellos seguimos conociendo, sobre todo en países como España, que no hemos tenido ninguna de las experiencias históricas de países centroeuropeos que sufren las dos tiranías consecutivas. Los años de los nazis, y luego la penetración del Imperio soviético. Pero aun así, a través de la literatura, yo siempre lo he defendido, se puede participar mucho en procesos históricos, experiencias y vida cotidiana que a veces están alejados de nuestro presente y de nuestro pasado”.

Mercedes Monmany,  foto: Enrique Molina
A Kundera, Monmany lo califica como uno de los más influyentes para los españoles de su generación que se movían en ámbitos universitarios. Destaca además el valor de la obra de Kundera tanto a nivel novelesco, donde muestra la situación social de la Checoslovaquia de su época, como a nivel ensayístico.

“Kundera fue muy leído, ha sido muy importante en mi generación en la época de la universidad. Prácticamente, se podría decir que un best-seller de calidad, porque se vendió mucho, se hicieron muchas ediciones. Es de los grandes intelectuales del siglo XX. A mí me gusta mucho también la parte ensayística de Milan Kundera, la encuentro fundamental, El arte de la novela, Los testamentos traicionados”.

Por otro lado, Bohumil Hrabal logra con humor y con un surrealismo maravilloso trasladarnos a varias situaciones históricas, muchas de ellas relacionadas con la invasión nazi de Checoslovaquia.

Lo cómico y surrealista de su obra son la superficie de una dura realidad, de las tragedias nacionales por las que pasaba el país.

“Y luego es muy importante, que ha sido también muy leído, muy querido y muy presente a través de diversas ediciones, y en varias editoriales que se lo han repartido, Bohumil Hrabal”.

Estos tres autores son los pilares de la difusión de la literatura checa. Pero muchos nuevos nombres de autores contemporáneos checos están saliendo a la luz en los últimos años.

El auge de la traducción y la Unión Europea

En opinión de Mercedes Monmany, otra de las razones por las que ahora se conoce a más autores es la mayor cantidad de traductores disponibles y su excelente calidad. Ya que en las últimas décadas por los departamentos de filologías eslavas de las universidades han pasado más estudiantes.

Jáchym Topol,  foto: Barbora Linková,  ČRo
Monmany insiste en que nada de esto sería posible sin la excelente labor que hacen los traductores. Además, entre algunas de sus recomendaciones de autores checos contemporáneos traducidos al español señala los nombres de Jiří Kratochvíl, Pavel Kohout, Jáchym Topol, y uno de los más jóvenes, Jan Němec.

Asimismo, tiene gran valor, en lo que respecta a la difusión de la literatura, la apertura de las últimas décadas entre los países europeos gracias a su colaboración en el marco de la Unión Europea, recalca Mercedes Monmany.

“Yo creo que también el conocimiento europeo, la conciencia de que formamos parte de una unión, cada país con sus diferencias. Pero creo que hay más conciencia europea, la gente viaja más, están los erasmus para los intercambios. Ha cambiado en dos décadas mucho. Ahora ya no hay nada en Europa que pueda ser considerado como lejano, raro, exótico, como desconocido”.

Seguro que gracias al incansable trabajo de los traductores, seguiremos conociendo nuevas e interesantes obras.

Como recordaba Mercedes Monmany, Umberto Eco ya dijo eso de que “la lengua de Europa es la traducción“.

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