Las sorprendentes relaciones culturales checo-peruanas a lo largo de la historia
El Perú y la República Checa son países de culturas aparentemente muy diferentes, por lo cual puede resultar sorprendente la existencia de numerosos lazos culturales que se han ido desarrollando entre los dos países desde hace siglos. Una afanosa investigación del reconocido catedrático y historiador del arte, Pavel Štěpánek, ha dado como resultado una excepcional publicación acerca de estos sorprendentes encuentros culturales.
Esta guía única a través de encrucijadas checo-peruanas se publicó en la editorial de la Universidad de Palacký y su presentación tuvo lugar en el Instituto Cervantes, en Praga, bajo el auspicio de la Embajada del Perú en la República Checa.
Štěpánek relata en entrevista para Radio Praga más detalles acerca del contenido de la publicación.
“Este libro forma parte de mi interés de estudiar las relaciones checo-hispánicas en el sentido más amplio, tanto la España continental como toda América Latina. Cubre prácticamente todos los periodos. He intentado registrar la cultura peruana y la checa desde el punto de vista de los contactos entre los dos países, allí donde se encuentran las culturas, sobre todo, las plásticas, porque yo soy historiador del arte, entonces estudio la historia visual, a través de los materiales visuales. Me interesa el caso de que esté representada de alguna forma. Y sorprendentemente en caso del Perú tenemos bastantes contactos, un intercambio de exposiciones, hay materiales tanto antiguos como modernos en los museos checos, sobre todo en Praga. Siempre ha habido contactos artísticos entre los dos países”.
Ante una sala repleta, Štěpánek aproximó el contenido de los treinta capítulos del libro, que demuestra que las relaciones checo-peruanas se remontan mucho más lejos que las diplomáticas, entablándose ya en la época colonial.Así se relatan historias sobre algunos de los más de 160 misioneros bohemios que a partir del siglo XVI empredían viajes a América Latina con el fin de difundir la fe cristiana. La mayoría de ellos se estableció precisamente en el Perú, de donde escribían cartas a sus superiores informando sobre este país andino y entablando así los primeros contactos.
También llegó a Chequia más información sobre el Perú tras dos visitas a Praga del escritor y soldado español Alonso Ercilla y Zúñiga, que llegó a Perú en el siglo XVI como acompañante del gobernador García Hurtado de Mendoza. Con él participó en la Guerra de Arauco declarada por los españoles al pueblo mapuche en la zona del actual Chile. Las relaciones van más allá, ya que precisamente García Hurtado y Mendoza tenía relaciones familiares en Bohemia, siendo pariente de María Manrique de Lara, una dama española casada con el noble bohemio, Vratislao de Pernštejn.
Éstas y más relaciones reseñadas en la obra dieron protagonismo a un amplio intercambio cultural de cuya investigación la mayor sorpresa para Pavel Štěpánek fue la siguiente.
“Me sorprendió precisamente que llegaba el culto de los santos peruanos a Bohemia, ya momentos después de su canonización, que aparecían libros tanto en checo como en alemán, sobre su vida, y en un caso exepcional incluso la vida, por ejemplo, del Santo Toribio de Mogrovejo se publicó en Roma, pero la imprimió un checo, que trabajaba allí, que se llamaba Komárek. Entonces, de vez en cuando ocurre que el encuentro se realiza en un tercer país. Como en este caso en Italia En este caso esta fue mi mayor sorpresa. Otra observación sorprendente se refiere al culto a Santa Rosa de Lima, la patrona de la capital peruana.“Hay esculturas, pinturas, grabados, libros sobre su vida. Los encontramos en muchísimos templos e iglesias tanto de Bohemia como de Moravia, sobre todo en el siglo XVIII”.
A esta santa dominica fue consagrado el monasterio de Pilsen al igual que su culto aparecía en unas medallas que circulaban por Bohemia durante la época barroca, denominándose en ellas como “una flor mística de América”. Otro santo peruano venerado en Bohemia es el franscicano Francisco Solano, cuya imágen aparece en algunas iglesias checas retratado como protector de esclavos, indígenas y negros.
Por su parte, el culto de santo checos también llego al Perú, según prosigue Štěpánek. “En cambio en Perú veneran mucho a San Juan Nepomuceno, que es un santo que allí se venera desde el siglo XVIII. Y desde el siglo XIX y XX se agregó la veneración del Niño Jesús de Praga. Todos estos santos están representados de alguna forma, pintura, escultura o en grabados. Son testimonios materiales de esta veneración inmaterial”.
Lazos comunes aparecen también en la pintura barroca. Además del culto del Niño Jesús Inca que algunos relacionan con el de Praga, otra relación insólita fue demostrada por una reciente investigación, que comprobó que los pintores de la Escuela Cuzqueña de Pintura molían abalorios procedentes de Bohemia para dar más intensidad a los colores en sus lienzos. Estos artefactos llegaron al Perú a través del correo como regalos a los indígenas peruanos por parte de familiares de misioneros checos.Asimismo se mencionan lazos en cuanto a la arquitectura, donde destaca el personaje de Juan Rehr, el cosmógrafo mayor del Virreinato del Perú, de orígen checo, que tras un terremoto surgido en la mitad del siglo XVIII fue encargado de la reconstrucción de la catedral limeña. Asimismo se le atribuye el diseño de la Iglesia de Santiago Apóstol de Surco, en Lima.
La última parte del libro describe los cada vez más extensos contactos que se produjeron gracias a numerosas visitas de viajeros checos al Perú. Mucha información sobre el país llegó a Chequia a través de fotografías, traducciones de obras de escritores peruanos y exposiciones, entre otros.En cuanto al siglo XX, a Štěpánek lo que más le llamó la atención fue la historia del tanque militar.
“Sorprendente fue la vuelta del tanque checo, el tanque ligero LT 38, que servía a los peruanos en los años 30, y es el único país donde sobrevivieron varios ejemplares. Entonces uno fue devuelto a Chequia y ahora está en el Museo Militar de Praga “.
Según señaló Štěpánek, su interés por la cultura hispana nació a sus 18 ocho años de edad, cuando decidió estudiar español. Entonces se puso a coleccionar publicaciones y recortes de periódicos que dieron a luz un archivo, cuyo volumen se va ampliando desde hace más de cincuenta años.Detrás de la publicación hay un trabajo afanoso y según indicó el autor no sería posible realizarlo en un sentido tan amplio sin la existencia de Internet, que le facilita el acceso a muchas publicaciones necesarias para comprobar los datos.
Puesto que el catedrático publicó libros similares sobre las relaciones entre Chequia y Venezuela, Brasil y México, se ofrece la pregunta de con qué país latinoamericano fueron más extensos los nexos culturales.
“Diría que a parte del Perú fue México, porque fueron las dos capitales de la América Colonial, la Nueva España en México y la Nueva Castilla en el Perú. Así que algunas veces es en México, a veces es en el Perú, pero modernamente hay más contactos en México porque como tuvo un gobierno izquierdista, éste convenía incluso a los gobiernos comunistas y había contactos incluso durante la época comunista. Cosa que no podemos decir, por lo menos en tal escala del Perú”.
En cuanto a los futuros planes, Štěpánek tiene más proyectos por delante, según señala.
“Espero continuar profundizando los temas peruanos porque cada capítulo podría convertirse en un libro si se investiga más profundamente. Por otra parte me gustaría terminar este complejo de libros que se dedican a las relaciones checo latinoamericanas”.
Por tanto a Štěpánek le gustaría publicar libros sobre las relaciones entre Chequia y Argentina, Colombia, Cuba y Chile. Asimismo se prepara una traducción del actual libro sobre las relaciones checo-peruanas al español.