Las inundaciones - una triste experiencia para los checos

Los habitantes de la República Checa viven uno de los períodos más difíciles en la historia del país. Las recientes inundaciones, cuyas consecuencias demorarán en superarse, marcaron la vida de la mayoría de los ciudadanos del país. Los daños materiales se calculan en unos tres mil millones de euros; determinar los estragos en la psique de muchos damnificados es imposible.

En A Toda Marcha conversamos con los esposos Eva y Estanislao, ambos jubilados, quienes se recreaban en su chalet junto al río Otava, en Bohemia del Sur, cuando llegaron las inundaciones. Cabe decir que el sur de Bohemia es una de las zonas más afectadas por las inundaciones en la República Checa. Eva y Estanislao no creían que el agua pudiera subir tanto. Sus vecinos tuvieron que obligarlos a abandonar a última hora su hogar y trasladarles a un lugar seguro. Poco más tarde las aguas del Otava cubrieron el chalet casi hasta el tejado. Para la señora Eva son vivencias inolvidables.

"Consternación ante la fuerza de la naturaleza, espanto al darme cuenta lo que pudo habernos pasado, eso es lo que sentí luego. Es algo terrible. Aquel que no ha vivido algo semejante, difícilmente puede imaginárselo. Pero lo peor son las consecuencias de las inundaciones, mucha gente perdió todo, su vivienda, todos sus bienes. Esa gente debe estar desesperada."

También el señor Estanislao reconoció que nunca antes se había imaginado algo semejante.

"Trabajé largos años en países tropicales, fui testigo directo de varios ciclones, pero nunca imaginé que algo semejante pudiera afectar este país. Al ver todo ese desastre junto al río Otava... De pronto ese tranquilo riachuelo subió seis metros, derrumbaba árboles, casas de vivienda, se llevaba todo lo que la gente logró reunir y edificar a lo largo de años...Sentí un gran espanto. Espero que nunca más me toque vivir algo similar."

El chalet de Eva y Estanislao quedó, por suerte, en su lugar, aunque dañado y sus exteriores e interiores cubiertos de fango. Eva no logra hacer el cálculo de cuánto demorará en poner todo nuevamente en orden.

"Es difícil calcularlo, porque nunca antes me tocó vivir algo así. Primero tuvimos que limpiar los pisos. Durante varios días nos dedicamos a lavar la vajilla; para todo hay que utilizar desinfectantes. Tuvimos que tirar varios muebles y todas las alfombras, las paredes y los pisos tienen que secarse para luego poder pintarlo todo. Creo que demoraremos meses en poner nuestro chalet en orden."

Las informaciones sobre la inundación de Praga impactaron a Estanislao.

"Sólo vi las fotos de la Praga inundada, ya que nada funciona aquí y el televisor nos lo destruyó el agua, y casi me pongo a llorar. Los enormes daños en el casco histórico de la ciudad causados por el desbordado río Vltava es difícil de determinar ni calcular en términos de dinero. Estoy convencido de que la catástrofe hirió los sentimientos de todos los praguenses".

La señora Eva reconoció que subestimaron el peligro que puede significar la subida de las aguas en los ríos y que nunca se imaginó que le tocaría vivir esa dura experiencia.

"Nunca me imaginé que algo así fuera posible. Los enormes daños ocasionados por el agua, esa desesperación, espanto, miseria. Por otro lado me sorprendió gratamente la solidaridad reinante en esos difíciles momentos entre la población, la ayuda que llegaba a los damnificados de todas partes. Fue algo impresionante."

Sobre las inundaciones que azotaron recientemente la República Checa hablamos en A Toda Marcha con los esposos Eva y Estanislao.