La tecnología llega al mundo agrícola checo
Los agricultores checos están cada vez más interesados en implementar las nuevas tecnologías en el campo.
En la República Checa, los agricultores invierten cada año más en comprar maquinaria y software moderno que puede ser de gran ayuda en el campo.
Pero estos avances no solo hacen que estas duras tareas sean más fáciles, también son muy eficientes para ahorrar, ya que con las nuevas tecnologías se puede medir con más precisión el uso de abonos y combustible.
Un ejemplo de ello lo vemos en la empresa agrícola checa Farma Miller, cuyo dueño, Jan Miller, explicó a la Radiodifusión Checa las ventajas del tractor inteligente con el que cuenta ahora.
“Esta máquina, sin ni siquiera tocar el volante, se programa y te lleva por el campo. Entonces, cuando vas por el campo y quieres sembrar 10 metros, puede programarse para que después el tractor se apague solo, no se moverá en vano, no gasta combustible o fertilizante de más”.Pero no es la única innovación que el señor Miller introdujo en su granja. Sus vacas, por ejemplo, tienen un chip en el collar con el que no solo se puede registrar cuánta leche da cada vaca o cuáles están embarazadas, sino también otros datos útiles, prosigue Jan Miller.
“Igual que se hace con los futbolistas ahora, nosotros medimos cuánto se mueven las vacas. Estos sensores miden cuántos pasos dan hoy. Y si vemos que la actividad de una vaca es inusualmente alta, es que está en celo. El zootecnista llega por la mañana y puede ver en el ordenador que la vaca número 177 ha estado más activa de lo que debería”.
La introducción de las nuevas tecnologías en el mundo agrícola permite a las empresas ahorrar en gastos, pero no ha sido solo por razones económicas. En gran parte, este fenómeno ha venido propiciado por la falta de mano de obra en el mercado laboral checo, que muchos empleadores se han visto obligados a solucionar con la automatización, como apunta Josef Stehlík, presidente de la Asociación de Agricultura Privada de la República Checa.“El problema de la falta de trabajadores va a requerir que haya una mayor mecanización y automatización, y nuevas tecnologías. De esta manera en el futuro se gastará menor cantidad de productos químicos porque se aplicarán de una forma precisa, y se ahorrarán muchos trayectos innecesarios”.
También está de acuerdo con dicho análisis de la situación Martin Pýcha, presidente de la Asociación de Agricultura checa, quien reconoce que son muchas las empresas que buscan empleados de carne y hueso pero no los encuentran.“Más del 80% de nuestros miembros están buscando nuevos empleados. Para que la agricultura checa se desarrolle necesitamos gente, pero cuando no la tenemos y somos capaces de sustituirlos con máquinas, debemos hacerlo. Es también una cuestión de ahorro, hacemos que la carga sea menor para el medio ambiente y ahorramos fertilizante”.
No obstante, Pýcha señala que hay profesiones agrícolas en las que a día de hoy todavía son imprescindibles los humanos, pues la tecnología todavía no está lo suficientemente avanzada para reconocer el nivel de madurez idóneo de un producto, o distinguir qué frutas son más delicadas para no romperlas durante el almacenamiento.