La República Checa se prepara para eliminar las mascarillas en los espacios interiores
Europa ha empezado a prepararse para la primavera y el verano apostando por el retorno a la normalidad. La República checa anunció que prepara otra suavización de medidas contra la pandemia.
El Gobierno checo prosigue con su política de reducción de medidas contra la propagación del COVID. La semana pasada terminó la obligación de presentar certificados para acudir a bares, restaurantes y eventos culturales, con un número limitado de personas.
A partir del día 19 de febrero se acabarán los test obligatorios de detección del coronavirus en escuelas y centros de trabajo, al tiempo que ya se plantea de manera seria la eliminación de las mascarillas en espacios interiores.
Ratislav Maďar, del Instituto Nacional de Pandemias, no descarta esta posibilidad, según dijo a la Televisión Checa.
“En caso de que se cumplan las predicciones, y no ocurra una situación extrema que cuenta con solo un 10% de probabilidades, contamos con decir adiós a las mascarillas en espacios interiores a mediados de marzo. Se tratará de una medida gradual por regiones”.
El experto reconoció que el Gobierno planea una mayor relajación de las restricciones, siempre y cuando existan condiciones favorables, pero en caso de que algo empeore el proceso se aplazaría. Maďar comparó los pasos del oficialismo con un chófer que conduce con un pie en el freno, para evitar cualquier exceso de velocidad.
Ruth Tachezy, viróloga de la Facultad de Ciencias de la Universidad Carolina y miembro del Grupo Interdisciplinario para Epidemias (MeSES), que participó en el debate televisivo con Maďar, insistió en que la vacuna es la mejor vía para luchar contra la pandemia.
A diferencia de aquellos especialistas que indican que la cepa ómicron es más leve y que estamos a un paso de volver a la normalidad, Tachezy dijo no estar de acuerdo con semejante postura.
Sin caer en actitudes extremas, Tachezy alertó ante el hecho de que mucha gente tiene la impresión de que ya no es necesario vacunarse, que ya no tienen que protegerse, porque todos estamos a salvo.
Consultada sobre la dosis de refuerzo, la viróloga sostuvo que, desde su punto de vista, el virus sigue cambiando y es muy difícil predecir con exactitud qué nos deparará el futuro. Y todo ha demostrado que las vacunas nos ayudan en la lucha contra la pandemia, aseguró.
“A una persona con dos dosis de vacuna, pero que hace poco tuvo la variante ómicron, no le recomendaría la dosis de refuerzo, a menos de que necesite viajar. No obstante, sería conveniente que se la ponga antes del otoño, cuando se espera que vuelvan a subir los contagios”.
De acuerdo con Ratislav Maďar, la situación de la República Checa le permite relajar medidas. “En varias oleadas, podemos entrar en un estado de relativa normalidad con algunas medidas en eventos masivos”, aseguró el experto.
Los países que están aboliendo las medidas antiepidémicas tienen un nivel de vacunación de más de un 70%. La República Checa tiene un 63.5% de la población vacunada y solo un 36% de las personas tienen la dosis de refuerzo.