La República Checa no está preparada para recibir refugiados

Jan Švejnar, foto: Anna Duchková

El economista Jan Švejnar considera que la República Checa tiene una política de inmigración atrofiada. Por su parte, el teólogo Tomáš Halík, estima que Europa tiene la obligación moral de abrir sus puertas a los refugiados, sin olvidar los riesgos que dicha situación pueda traer.

Jan Švejnar,  foto: Anna Duchková
En la Unión Europea se debate sobre la ayuda que pueden prestar sus miembros a los refugiados que golpean las puertas del viejo continente. Mientras que Alemania anunció que abriría su país a unos 140.000 sirios, en Chequia se discute arduamente sobre el eventual arribo al país de unos 10.000 refugiados de Siria.

En un intento por esquivar responsabilidades, el ministro del Interior, Milan Chovanec, anunció que convocaría un referéndum para que la población decidiera sobre la eventual otorgación de asilo a miles de refugiados.

Para el economista Jan Švejnar, el problema radica en que la política de inmigración de Chequia necesita amoldarse a la situación internacional del momento.

“En caso de que no se tomen las medidas correctas y necesarias podemos topar con una ola de extremismo, en el peor de los casos. Pero en caso de crear condiciones adecuadas será de beneficio, porque Europa necesita rejuvenecer”.

Tomáš Halík,  foto: Pavla Kopřivová
Por su parte, el sacerdote católico y teólogo, Tomáš Halík, aseguró que ayudar al prójimo es una obligación moral.

“Considero que ayudar a estas personas es una obligación, una obligación moral de Europa. Claro que representa un riesgo económico y de seguridad, por eso es indispensable tener claro qué es lo que podemos ofrecerles de manera efectiva a estas personas”.

En términos generales el economista y el teólogo coincidieron en que ni las autoridades ni la sociedad están lo suficientemente preparadas para aceptar numerosos grupos de refugiados.

A diferencia de otros países europeos Chequia ha mantenida una estricta ley de extranjería que la ha convertido en una especie de isla. Los campamentos para refugiados que administra el Ministerio del Interior pueden acoger como máximo a unas 700 personas.